Gabriel Medina surfeó como un puto cyborg, con una afilada precisión difícil de superar. Sus vuelos en las izquierdas y su destrozo de las derechas le pusieron a un nivel imposible de superar. Filipe Toledo le hizo sombra hasta el final, y su segundo puesto es aún mucho más meritorio teniendo en cuenta que no está aún al 100% tras su lesión.
El dueño del garito Kelly Slater tuvo que conformarse con quedarse a las puertas de la final, por un alley oop que no planchó por poco…no está mal para tener 47 palos…
En chicas la californiana Lakey Peterson se llevó la victoria y 100.000 pavos al bolsillo, y además se sitúa en una interesante segunda posición en el ranking. Sólo la francesa Johanne Defay pudo superarla, pero en su última ola la surfista de Isla Reunión se cayó en una arriesgada maniobra.
El pasado año lo vivimos con expectativas muy altas y acabó siendo un truño, quizás por eso este año el Freshwater Pro nos ha parecido algo más ameno. Una semana antes del evento se rumoreaba que este sería su último año como prueba en el Tour de la WSL, pero el «hasta el año que viene» que la gerente Sophie Goldschmidt decía micrófono en mano nos hace pensar que no es así, o que simplemente no pensó muy bien lo que dijo.
