No, no nos referimos a un reloj Viceroy o acciones de Tesla. Hablamos de algo cuyo valor se ha catapultado de manera mucho más exponencial: la parafina.
Y es que la pastilla de parafa está alcanzando tales precios, que algunos ya auguran un porvenir lleno de resbalones y miserables, de esos que apuran hasta la última cuña, que tiene más arena que otra cosa.
Algunos ancianos cuentan que la parafina llegó incluso a ser regalada en ciertas ‘Surf Shops’ enrolladas, como forma de fidelizar a sus mejores clientes.
No hemos podido contrastar esta información y creemos que posiblemente se trate de una mera leyenda, pues nos cuesta creer que algo más preciado que el azabache, el petróleo e incluso que los tigres albinos, haya sido el premio menor a un consumo puntual de chanclas o camisetas de tirantes.
Luego, se cree que hubo una grieta espacio temporal en el universo y, de repente, la parafina pasó a costar dinero. De la noche a la mañana, lo que antes se regalaba –según dicen- pasó a costar un pavo y medio e incluso dos. ¡Pardiez!
Fue entonces cuando nació la figura del amigo gorrón del amigo gorrón, ese que jamás compraba parafa. Este curioso individuo mostraba idénticos signos patológicos en cualquier parte del globo: memoria nefasta (siempre se olvidaba de comprar parafa o se la dejaba en casa), ironía roñosa (‘Uuuuh, cuidado, igual te arruinas si me dejas un poco’), insistencia lastimera y cínica (‘venga, joder. Déjame un poco que mañana te dejo yo a ti) o insistencia lastimera y cínica al cubo (‘venga, joder. Déjame un poco que mañana te compro una pastilla’).
Actualmente, aquellos 2,50 € iniciales nos suenan a gloria pasada dado que la parafina ya suele rondar los 4 pavos e incluso ya se ha visto por +-6€. ¡¿Adónde podrá llegar el tema?! …¡Hasta el infinito, y más allá!.
Las consecuencias de esta revalorización atroz no se han hecho esperar, pues el amigo gorrón se ha extinguido –jamás llegó a comprar parafa y han dejado de prestarle-. El que compraba parafa, actualmente está hipotecado y es víctima de abucheos cada vez que limpia su tabla sucia debido al despilfarro insolidario. Y el ‘longboard clásico’ ha terminado por desaparecer, ya que resultaba inviable emparafinar un 12”, y eso de poner grip…. ¡Antes muerto!
El surf profesional también ha sufrido en sus carnes el encarecimiento abusivo de la parafina, de modo que sólo el TOP 5 tiene acceso a ella y, por tanto, americanos y australianos no paran de caerse.
En cuanto a la escena local… Ha habido un ‘boom’ del estraperlo y ya hay quien trapichea con resina de eucalipto (la única especie de árbol entre Portugal y Nueva Zelanda) o fundas de Iphone recicladas (como hay una versión nueva cada 15 días, la oferta es mayor).
En lo referente a historia del surf… Ya no se habla de singles, bonzers, Gerry Lopez o el ‘Endless Summer’. Ahora todo gira en torno al color marrón. Ejemplo: una tabla con tono a roble ahumado de grado 3, posiblemente haya sido emparafinada, por útlima vez, allá por el año 2.003. Buenos tiempos en los que con 2€ tenías para todo un 6’4”.
3 comentarios
En toda mi vida surfera solamente compre una parafina,luego ya en los campeonatos recuerdo esos paquetes de unas 12 paradas sex was para los 10 primeros clasificados,luego cuando salieron las nuevas marcas solían dar a la peña,yo personalmente estuve esponsorizado por buble gum….pero nunca la use,luego con una niña haciendo unos 12 campeonatos al año…pues más parafina,y ahora que solo compito en 2 campeonatos locales al año y hay parafina para todos los participantes y más…pues acabo de mirar el cajón de las quillas ,parafina etc.etc…y tengo unas 7 u 8…sex wax sin estrenar…….no se si alguien necesita parafina yo tengo ……eso si ,la parafa ya se la doy yo a la tabla……
Brutal… jajajaja
Aún surge de entre las dunas, coches y bolsas de basura de domingueros (y no tan domingueros, por desgracia) algún espécimen del que denominais «gorrón». El.boom pandémico lo ha hecho resurgir