¿Cuándo toca cambiar la batería o la tarjeta? Pues cada vez que llega la serie, cae un tubo o alguien se marca un estelón o un aéreo. ¡No hay fallo!
Si anuncian lluvia y coges el paraguas, acaba saliendo el sol. Si no lo haces… Llueve seguro. La niña que te gustaba… Pasaba de ti. ¿Vas con prisa? Atasco por accidente o calle cortada.
Murphy afecta a todo y a todos. ¡Menudo es él! … El hermano pequeño de Satanás.
En cuanto a lo que nos interesa, el surf, la cosa no iba a ser diferente.
¿Quién no se ha hecho un girito guapo sin que hubiese nadie mirando? O peor aún, estás solo en el pico, te viene una buena mientras toda la peña remonta y… Zasss, hostión de principiante. ¿Pánico escénico? ¿Falta de Vitamina C? ¡Olvídate! El puto cabrón de Murphy moviendo los hilos desde sabe Dios dónde.
En cuanto a los fotógrafos y los filmers… Ufff, ahí la cosa ya se pone más seria.
¿Cuándo toca cambiar la batería o la tarjeta? Pues cada vez que llega la serie, cae un tubo o alguien se marca un estelón o un aéreo. ¡No hay fallo!
Y ya no os queremos ni contar cuando eso sucede durante el trip de algún reportaje. En este caso las bromas ya no son tan bromas y Murphy se merece una muerte lenta y dolorosa. ¿Qué sucede entonces? Que el surfer en cuestión lanza una mirada felina a la cámara (en free sessions no hay claims, resultan excesivos y poco elegantes) en plan, «habrás cogido eso, ¿no? ¡Más te vale!». Entonces uno se encoge de hombros y pone cara de bueno: «lo siento tío, ya sabes… Por lo menos yo te he visto».
… Ala vuelta al pico, frustrado, remando cabreado mientras otro se da una hostia justo en frente y de pronto, comienza a llover.