Técnicamente seguramente el titular no es del todo certero, porque los que mueven los hilos son grandes capitales que cotizan en Wall Street, pero sí…a nivel cateto como somos nosotros, Quiksilver y Billabong se han casado.
El caso es que un surfista de toda la vida como Pierre Agnes pasa a ser presidente del grupo, lo que nos hace pensar que la compañia no quiere perder la esencia de surfing… o al menos eso nos gustaría pensar.
En cualquier caso, nada de esto te hará evitar que a ese señor que ves todas la mañanas en el bus le cante el alerón, o que las bragas de tu vecina caigan sin piedad a tu ventana. La vida sigue.
Esperemos que sea para bien del surfing y que los miles de empleados que a día de hoy trabajan en ambas marcas no se vean afectados.