Si pensáis que una vez terminado el confinamiento se ha acabado lo peor y nuestro surfing va a ser sinónimo de alegría y regocijo, es que no os habéis parado a pensar en profundidad.
Aquí os enunciamos 5 cataclismos surfísticos que pueden proseguir a nuestra cuarentena.
5. UN PLATAZO DE 15 DÍAS
Esperemos que no. Pongamos velas a todos los santos del cielo. Pero, ¿y si nos cuadrase un platazo de más de veinte días como el del año pasado?
Ok, no sería lo mismo puesto que ya podríamos salir, correr, andar en bici o perseguir ardillas, pero… Joder, con esta ansia de mar y que el muy cabrón parezca una piscina… ¡Sería el culmen de nuestra –ya mermada- moral surfera!
4. AGUA A 26º
Muchos pensaréis ‘Joder, ¡ni tan mal!’. Pero para muchos otros, el hecho de tener que entrar en bañador o bikini supondrá la imposibilidad de disimular una señora panza, sólidamente modelada a base de sedentarismo salonil, Netflix, birras y patatitas.
Nosotros, como buenos samaritanos –más bien, como lamentables vagos- empatizamos con el grupo de la panza emergente, de ahí que veamos la posibilidad de entrar en bañador como algo nefasto para nuestro ego surfero.
3. TEAM MANAGER IS COMING
Para los 4 elegidos que aún logren mantener un sponsor tras este ‘zasca mundial’, una llamada de su team manager anunciando una visita para charlar un rato y, de paso, coger unas olas, puede ser la peor de todas las señales y causa máxima de estrés.
El estrés puede deberse, no sólo a la hipotética y funesta noticia de la pérdida del sponsor sino que, dado el lamentable estado de forma tras semejante parón, ‘un surfin’ con el team manager bien podría desembocar en despido inmediato por parte de la marca, ¡aunque el tío viniese a traer nuevas pegatinas!
2. YA ESTÁN LISTAS
La semana previa al encierro te estabas viendo surfear bien, fluido y ágil. Así que decidiste tirar la casa por la ventana y encargar un par de tablitas más estrechas y finas, para salirte de tu zona de confort y seguir dándole duro. ¡Mierda!
Ahora que tu zona de confort lleva siendo tu sofá durante un mes y pico y algo te dice que no serías capaz de surfearlas ni puesta una encima de otra con cinta americana.
En cuanto a ahorros para añadir una tercera más gordita y flotona… Bueno, de ahorros mejor ni hablamos…
1. QUE UN COLEGA TE GRABE
Un hecho que recibir con los brazos bien abiertos -alguien que te grabe- puede convertirse, tras la cuarentena, en el peor de los castigos dada su cruel sinceridad.
No, no te quedes fuera a grabarme. Si estás lesionado, vete al parque a dar de comer a las palomas. No necesito ver cómo me pongo de pie a duras penas o me cuesta sangre y sudor llegar al pico con apenas medio metro. No quiero ver esa curvita que hay entre piernas y pecho, bajo mi neopreno y tampoco quiero ver cómo pierdo secciones, cómo boto y boto para nada o me pongo a hacer un ‘reentry’ y me caigo de culo (y no ruedo de milagro).
¡Tranquilo hombre! Mañana será otro día.
A tomar por culo, ¡mañana me quedo en casa!
5 comentarios
Gracias por seguir ahí al pie del cañon ( sería mejor a pie del mal)…y hacernos más llevadera está situación…mercis
Menudo drama chicos.
Lo otro es levantarte y el peso de la barriga te impide ponerte de pie en el take off. Te vas una y otra vez de cabeza. No todos habéis conocido esto y ya lo vais a descubrir.
Qué tragedia…!!
Ya están los sufridores quejándose diciendo que qué drama y tal…. es un artículo gracioso y anecdótico sin más, no habla de dramas ni leches..joer siempre hay agua fiestas!