Por fin ve la luz el prototipo de uno de esos proyectos que daba dando vueltas hace tiempo, la revolucionaria piscina de olas de la que Mark Occhilupo es su cabeza más visible. Está en un pueblo de Australia, y la maquinaria tiene pinta Waterworld. Es prematuro decir si la tecnología triunfará o no, pero de momento allí son todo sonrisas. PD: Acabamos de ver la noticia que se ha forzado demasiado la máquina para la presentación y la piscina estará al menos dos meses parada..