Y es que Crimo fue toda una personalidad dentro y fuera del agua.
Si bien su vida estuvo marcada por los problemas con las drogas y la justicia, motivados, en parte, por el entorno en que se crio en el extrarradio de LA, el californiano sí supo volcar toda esa transgresión radical al agua hasta llegar a convertirse en uno de los grandes estandartes de la ‘nueva escuela’ junto a nombres como Jason Callins ‘Ratboy’, Barney, Flea, Archy o los hermanos Fletcher.
Mercado, como decíamos, por un entorno desfavorecido, Crimo no llegó a granjearse el mismo nombre que algunas de esas leyendas coetáneas pese a que su talento y su repertorio está a la altura (y probablemente muy por encima) de los más laureados.
Basta con recordar sus icónicas apariciones en cintas VHS de culto como ‘Traction’ o ‘The End Of Summer’ (poco tiene que ver con ‘Endless Summer’), ambas producidas por Hebrie Fletcher, la serie ‘The Kill’, de Josh Pommer o la más célebre de todas ‘…Lost Across America’, donde compartía espacio con gente de la talla de los hermanos Lopez, Irons, Tim Curran, Gorkin… Y demás nombres de la escena californiana.
Crimo siempre será recordado por ser un pionero de toda clase de aéreos, grabs y demás trucos de skate llevados al mar que, aún a día de hoy, siguen resultando tan complicados y transgresores que sólo están al alcance de unos pocos.
Se va uno de esos nombres de la ‘cara B’ sin haber copado tantos titulares como mereció, pero que sí deja una huella imborrable en todos aquellos que iniciaron una nueva etapa en el surf, vigente y evidente hoy en día, aunque muy distinta en cuanto a envoltorio y actitud.
D.E.P.