Nada más poner el pie en el agua te cae en la puta cara la serie del día (indicio #1).
Muchos se encogen de hombros y se resignan pensando que todo es fruto del azar. Pero el azar, por definición, debería ser algo fortuito que no se repite con demasiada frecuencia. Y salta a la vista que este gran cúmulo de despropósitos nos sucede a todos un día sí y al otro también.
¿Que de qué narices estamos hablando? Lee…
Llegas y observas: está gordo. Entra alguna serie pasada pero tarda y sale alguna ola buena entre medias así que te cambias y entras. Nada más poner el pie en el agua te cae en la puta cara la serie del día (indicio #1).
Una serie que no era como las que viste desde fuera sino más grande y mucho más prolongada. Tal vez con el doble de olas (indicio #2).
Por fin llegas al pico derrotado, mermado física y psicológicamente, pero ahí estás. En cambio las olas… ¿Dónde coño están? Han pasado diez minutos y tras esa super serie maratoniana que te ha cazado entrando no ha vuelto a romper otra (indicio #3).
Comienzas a tener frío y a impacientarte así que decides coger una para entrar en calor. Resulta ser una mierda babosa o un cerrote infumable. Muy lejos, en todo caso, de esa suculenta entreserie que llevabas observando media tarde (indicio #4).
¿Dónde estaban las olas? ¡Míralas frente a tí! Tras la mierda que acabas de coger llega otra serie seria que te vuelve a cazar en toda la cara (indicio 5).
Puede que no surfees pero por lo menos vas a hacer brazo….
¡Cae un tubo! Te vas para allí. ¡Cae otro tubo! Te vuelves a donde estabas. Sólo los hueles de lado y a cierta distancia (indicio #6).
Tic-tac. Tic-tac… La entreserie sigue sin ofrecer nada bueno y la marea ya se empieza a notar: si sube genera contraola; si baja genera corriente. Ese puto cambio nunca implica nada bueno (indicio #7).
A estas alturas se te empieza a hinchar la vena de la frente porque ni siquiera puedes achacarlo a un mal día. En realidad ni te has equivocado de tabla ni la has pisado mal y las condiciones eran más que buenas para el sitio donde estás. De hecho te mosquea que una leve brisa empiece a despeinar el mar. ¡Era lo que te faltaba! ¿Viento a estas horas? Venga, ¡no me jodas! (indicio #8).
A tomar por culo, cojo lo primero que me venga: mierda babosa o cerrote infumable vol.2 + serie remontando (indicio #9).
«Nah, está claro que hay días que es mejor no levantarse» ¡Mentira! No es el día ni el azar, amigo. ¡Es el mar que conoce y es un cabrón! ¿Aún dudas de ello? ¡Abre los ojos y asúmelo!
«Mejor cojo una y me salgo»
…Media de espera de 45 minutos para lograr coger otra chusta que te saque hasta la orilla (indicio #10)