Tras el bajón inicial, a causa de las catastróficas consecuencias de un corte de suministro de red como la posible pérdida de followers, el estatus de influencers – youtubers – vloggers – personal shopers, online trainer consultants o master chefs de andar por casa, nos hemos logrado reponer al imaginar otra hipotética realidad mucho más alentadora. Una nueva existencia (aunque breve) al margen de internet, redes, bulos y cuchicheos.
Joder, si te paras a pensarlo, ¿nos vendría bien este apagón como surfistas?
Y es que, en un mundo sin Windguru o MagicSeaweed, sin Whatsapp, Instagram, Tik Tok… ¡Que coño, sin móvil! ¡¿Cómo narices nos las íbamos a ingeniar para dar con el mejor pico en el momento exacto?!
La cosa tiene su gracia –sobre todo para los que acierten- ya que los acomodados millenials volverán a sufrir en sus carnes la incertidumbre de sus antecesores a la hora de planificar la sesión de mañana. ¿Me cojo el 9’2” o mejor el 5’ 6”? ¿Chequearé Mundaka o habrá un cuartito de metro en la playa? ¿Nos subimos a Francia a la aventura?
Es más… ¿Hará bueno o lloverá? ¡Qué sé yo, cógete las catiuscas y las chanclas, por si acaso!
En fin, que los maleteros volverán a ser cuartos trasteros con un quiver listo para un tamañero – mediometrero o un campista extremo que jamás ha dormido a la intemperie.
Abundarán los despistes, los buenos picos vacíos, los cerrotes chopy masificados, las caras largas y las bocas selladas y las llamadas a Aramis Fuster a ver qué cojones va a hacer el mar mañana. ¡Ah no, eso no! Nada de teléfono ni secretos desvelados vía cibernética (Aramis en eso de acertar… Os iba a solucionar bien poco). Y, en consecuencia, nada de postear el tubito del día o la rutina mañanera pre surfing.
¡Duro golpe a nuestro ego!
…Aunque igual nuestro espíritu salía ganando ya que las cosas volverían a quedarse para el fuero interno de cada uno, como el frío o el hambre.
Y… Bueno, en cuanto al hambre, id dejando el Yatekomo y el Glovo y volved a las alubias de siempre, que esas no fallan porque no entienden de enchufes.
En cuanto al frío… A joderse toca, porque el apagón ya parece haber afectado al suministro de neoprenos. Pero eso ya es cosa aparte y, por ahora, mientras haya Wifi, vamos a ir dosificando los posts.