Dicen los entendidos en marketing que toda publicidad es buena, por mala que sea. No obstante, en este caso, no sabemos hasta qué punto una nueva polémica acerca de los criterios de puntuación le viene bien a la WSL y en qué medida estamos asistiendo a un cambio de ciclo.
Los hechos tuvieron lugar hace unos días, durante la manga que enfrentó en Winkipop a Gabe Medina con el ‘rookie’ de San Clemente Cole Housmand. A falta de un par de minutos, Cole (sin prioridad) necesitaba al rededor de un 7 para pasar, una nota relativamente alta teniendo en cuenta las condiciones y el promedio de puntuaciones de ese día.
El caso es que llega una olita, Cole la coge y Medina, con prioridad, ni siquiera la rema pensando que es tan pequeña que no tendría el potencial suficiente como para poder obtener el ansiado 7. Pues bien, Cole la revienta y, ante la sorpresa de Medina (a quien no le volvió a cuadrar otra ola en la restante manga), los jueces le otorgan un 7.47.
Pese a la inicial disparidad de opiniones en torno a la victoria de Housmand, la polémica se desató tras la ‘mini entrevista’ que concedió Medina nada más salir del agua, en la que afirmaba, en un tono sosegado pero que dejaba entrever cierto hastío, que era la peor forma de juzgar que había visto, algo que era contraproducente para con el deporte y que minaba la moral de quienes se pasan la mayor parte del año lejos de su casa, entrenando. Medina afirmó, además, que es necesario que jueces y atletas se sienten a hablar ya que los criterios están dando lugar a situaciones como esta.
En una pauta donde suelen imperar las entrevistas inocentes y con un enfoque positivo, las palabras de Medina encendieron a una audiencia cuyos comentarios no se hicieron esperar.
Si bien el tono empleado por el campeón brasileño fue calmado y suave, su mensaje sí fue un toque de atención explícito a una WSL que no parece encontrar un rumbo firme, capaz de contentar a audiencia y surfistas.
Y es que entre conflictos de puntuaciones y mangas -o campeonatos enteros- desarrolladas en condiciones realmente pobres y lejos de estar a la altura de lo que se espera de un circuito mundial, últimamente la Gran Liga no levanta cabeza y son cada vez más los grande nombres que parecen estar un poco cansados de jugar a este juego.
La parte positiva para la WSL es que las Redes Sociales se han encendido tras este hecho, logrando captar la atención de un campeonato que estaba pasando ciertamente desapercibido a causa de las pobres condiciones y los excesivos ‘Lay Days’ acumulados. Así como el aumento exponencial de ‘clicks’ en relación a la susodicha manga-entrevista en el ‘Heat Analyzer’.
Sea como sea, con Steph, Carissa y Toledo fuera, con Medina ciertamente mosqueao, John John algo desmotivao (este formato ha parecido excluirle de alguna manera) y Kelly con un pie fuera, nos preguntamos si una ‘nueva’ polémica (entrecomillamos porque es verdaderamente recurrente) es lo que más le conviene a la WSL, que en vez de publicidad y marketing, tal vez debiera aunar esfuerzos para mantener ‘ON’ a los surfistas en favor de la resurrección de aquel ‘Dream Tour’ que no necesitaba de polémicas para captar la atención de los fans.