‘Sale alguna’ es ideal para ahorrarte tiempo, disgustos y enemigos.
Por un lado, te quitas de en medio a todos esos cansinos ultra técnicos que gustan de profundizar en el análisis de las condiciones y no paran de hacer preguntas acerca de los detalles más insignificantes con el fin de decidir si merece la pena ir a la playa o no. Gente que incluso luego te echa en cara un parte ‘mal dado’.
Por otro lado, evitas confrontaciones en medio de un grupo en el que uno se ha ‘puesto morao’ mientras que otros no han olido una ola decente en toda la sesión.
Dichas conversaciones suelen oscilar en dos puntos de vista opuestos y con la sangre hirviendo: el que ha cogido olas y el que no. El blanco y el negro. El que sale contento y el puteao… Y cuando te toca el turno de opinar en medio de esa jauría de lobos con los colmillos sacados y la vena de la sien hinchada, ¿acaso no es mejor refugiarse en una respuesta suavecita, ambigua y poco comprometida?
Es en situaciones así cuando ‘sale alguna’ te convierte en ese país neutral que no es tomado como enemigo, ni invadido con artillería pesada y al que pueden acabar invitándole a una caña. A fin de cuentas, ¿qué más da? El baño de cada uno ha sido la experiencia personal de cada uno. Al margen de parámetros y cifras. Por eso es mejor que tu respuesta huya de los extremos y no disguste a nadie. Cada uno la llevará a su terreno y eso hará que llegues sano y salvo a casa, con todas tus alianzas intactas y sin grandes magulladuras. 😉
¿Aún tienes dudas? ¡Lee atentamente!:
-Otro: ¿Cuánto hay? ¿Está tocado de viento? ¿Mucha corriente? ¿Sigue saliendo el mismo fondito? ¿Qué tabla me llevaré? Es más, tengo algo de curro que sacar adelante, ¿merece la pena dejarlo y acercarme a la playa?
– Tú: Bueno, sale alguna.
– Otro: Joder, llevo tres cuartos de hora remando y nada… ¡Está difícil la cosa, eh!
– Tú: Sí, nah. Sale alguna.
– Otro: Joder, ¡me he cogido tres cojonudas, hasta la orilla! ¡Vaya bañito, ¿no?!
– Tú: Sí, ¡es que sale alguna!