Un joven Kelly Slater en una eterna G-Land. Foto: Joli

La WSL vuelve a la jungla. Será el año que viene, 25 años después de aquel legendario Quiksilver Pro G-Land, en el que Kelly Slater ganaba y que sólo duraría dos años más con victorias de Shane Beschen y Luke Egan en el 96 y 97 respectivamente. Fueron tres años consecutivos de olas perfectas a principios del mes de junio, y el próximo 2020 así será también (del 3 al 16).

Quiksilver se aventura por una vuelta a las raíces en un campeonato sin espectadores in situ, y donde el objetivo es sencillo; olas perfectas en un spot icónico.

La apuesta por Grajagan es sin duda un reto a nivel logístico, sobre todo teniendo en cuenta toda la infraestructura que la WSL necesita para retransmitir en vivo. A pesar de su popularidad, G-Land sigue siendo un lugar bastante remoto de la isla de Java y eso es lo que precisamente hace atractivo este campeonato.

La ola de G-land es un larguísimo reef con diferentes secciones para girar y tubear. La historia del descubrimiento de este spot a principios de los 70 es toda una leyenda en sí misma, e incluso fue llevada al cine con «Sea of Darkness» película estrenada y premiada en el Surfilmfestibal de San Sebastián hace ya algunos años. Por alguna razón que casi nadie sabe, la película nunca entró en el circuito comercial y despareció en el olvido.

Según parece Keramas se quedaría fuera del calendario en favor de G-Land, que si ofrece olas como las de las ediciones de los 90, el espectáculo puede ser de los de no olvidar.

Es una buena noticia que una marca endémica de surf tenga el compromiso de patrocinar 2 de las pruebas del World Tour, una tendencia que en los últimos años se estaba revirtiendo en favor de marcas ajenas a nuestro deporte.

P.D. Se rumorea que Charlie Medina ya se ha comprado unos escarpines de reef para no perder ni un minuto de vista a Gabriel.