En realidad, el propio campeonato ha sido extraño e irregular, con un Sunset atípico, flojo… Como a su vez lo fuera el de Pipe. Pero bueno, vamos a centrarnos en la crónica de ayer, que es lo que nos ocupa.

Lo más reseñable de todo, es la cantidad de gorras de Red Bull que vemos en las entrevistas ‘post heat’. El gigante de las bebidas está copando todas las altas esferas de tal forma, que no nos extrañaría si en un par de años la figurita de los ‘Oscars’ pasa a llevar una gorra ‘trucker’ con dos toros en el frontal.

Lo que no es un ‘trending topic’ es el ‘power surf’ y la línea de Filipe Toledo que, por mucho que a muchos les duela, ha dejado claro que no es únicamente un rival a tener en cuenta en beachbreaks de medio metro. 

En realidad, lleva tanto tiempo demostrándolo que aún no sabemos por qué hay un amplio sector que lo sigue pensando. Sea como sea, su ejecución a lo largo de todo el día de ayer fue sobresaliente, y eso es irrebatible.

De hecho la propia final lo fue en si misma uno de los momentos más notables de todo el evento, enfrentando Toledo con un Colapinto maduro, centrado y con ganas, que no se lo puso nada fácil al brasileño gracias a su rail de libro y un nuevo giro que acaba de patentar: llegar a golpear tarde al labio pero salir indemne del choque inexplicablemente. 

Esperemos que Griffin se pase los próximos 15 días reforzando las rodillas y que siga deleitándonos duramente muchos años.

Los otros dos destacados en ‘semis’ fueron Jack Robo y Joa Chianca (no, no estás leyendo la crónica del Pipe Pro), dos nombres que le están cogiendo el gustillo a eso de colarse en las rondas finales de forma sistemñatica. Y es que ambos parecen mostrarse de lo más cómodo en secciones huecas o masas de agua, de 3 a 12 pies, ya sea con un 6’0’’ o un 6’5’’. Vamos, lo que viene siendo una dieta omnívora del buen surf.

Lástima Ethan Ewing, que sufrió las consecuencias de una manga paradísima (cogió su primera ola transcurridos más de 20 min. de manga) que le hizo perder el ritmo y el flow que le caracteriza, sobre todo en derechas sólidas como Sunset, donde el pasado año se alzara campeón.

En cuanto a chicas…

Molly Picklum se impuso a una Caroline Marks cuyo surf en Sunset nos trajo a la mente ciertas líneas y ciertos gestos puramente ‘occylupescos’.

Pese a ser muy fans del backside de Marks, a ésta le faltó una segunda nota capaz de poner freno a Picklum, que se llevó de forma un poquito más discreta, pero merecida, el gato al agua y el collar de flores.

Muy buena nota le ponemos también a la actuación general de la hawaiana Gabriela Bryan, que si bien fue derrotada en ‘semis’ por Marks, se deshizo de gigantes como Carissa o  Lakey Peterson a lo largo del evento, con un surf más que correcto.

La rookie Caitlin Simmers fue otra de las grandes destacadas. De hecho su manga de cuartos -frente a Marks- estuvo tan ajustada, que se decidió en la última ola, casi con la bocina sonando.

Peor suerte tuvo Tyler Wright, que si bien parecía avanzar firme hasta las finales, tuvo una ‘semi’ desastrosa con un total de 1.74, que le abrió las puertas a la final a su paisana Picklum.

Volviendo a los rankings… De Hawaii salen vestidos de amarillo Jack Robo y Carissa (ciertamente no nos sorprende). Y si bien la ronda del North Shore ha sido más bien discretita y descafeinada, recemos porque en Supertubos haya tubos y no se decida todo a base de flaoters o ‘reforms’ al más puro estilo Huntington.