Lee Wilson solía competir en Australia e Indonesia... incluso ganaba campeonatos, pero un día la industria le dio la espalda y pasó momentos muy duros a nivel personal. Pasó dos años de su vida fregando platos, hasta que Brixton le dio una nueva oportunidad de volver a ser el excelente surfero que en su día fue, pero sin la presión de demostrar con una lycra puesta.