Amigos de Mar Gruesa,

Antes de entrar en materia quería poneros en contexto, soy un surfer del montón, de los que dado su trabajo solo puede surfear sábados y domingos, y que el resto de la semana se tortura viendo videos y el parte de Windguru.

Como todos sabéis ya tenemos campeón y campeona de la WSL, y como seguidor del surfing de competición, llevo un par de días queriendo hacer una reflexión en alto.

Considero que pudimos ver una gran exhibición en Trestles, con el top 5 de pros surfeando buenas olas y con un despliegue logístico de la WSL por todo lo alto. ¿Pero realmente con este formato de competición se corona al campeón que más se lo merece?

Hasta ahora el formato de competición premiaba la regularidad del surfer en los diferentes tipos de olas que ofrecían las paradas del dream tour: campeonatos donde solo se premia el tubo, donde la combinación de tubo más girazos es lo que más puntúa, o en aquellos donde salen a la palestra los mejores aéreos del repertorio de cada pro. Bajo este formato, el surfista que más regularidad mostraba en estas 3 cualidades (tubo, giros, aéreos) era el que salía campeón a final de año (hay otra cualidad que no he mencionado, y es la elección de ola, pero eso lo dejamos para cuando hablemos de la piscina de Kelly).

Pero ahora las cosas han cambiado… Con este nuevo formato solo se valora una de estas cualidades del pro durante 12 horas, en las que se la juegan todo a las condiciones que haya ese día. Y no hablemos ya de si te levantas en un día de esos malos que tenemos todos de vez en cuando en los que nada te sale bien…

¿Y esto es justo? Pues depende al tipo de campeón que queramos coronar. Por hacer un símil con el mundo futbolístico, hasta el año pasado la WSL coronaba como campeón al primero de La Liga, pero ahora se corona como campeón al que gana la Champions. 

A quien no le hubiera gustado que en aquellos años en los que Aritz Aranburu jugaba en primera, se hubiera clasificado en el top 5 y la final hubiera sido en los tubos de Teahupoo donde tan buen resultado cosechó en su día…

Pero habría sido justo que Toledo hubiera sido campeón, cuando Medina le sacaba tantos puntos?

Por otro lado hay otra variable que no he tenido en cuenta hasta ahora, pero que siempre entra en juego…el dinero. En un contexto donde aún previo a la pandemia, las marcas tradicionales de surf ya estaban perdiendo mercado y muchos pros se quedaban sin sponsor y por tanto sin sueldo, donde podemos seguir disfrutando de la retransmisión en directo de los campeonatos de forma gratuita y que a solo unas horas en coche nos plantamos en Hossegor y vemos la competición sin pagar ningún tipo de entrada, ¿cómo se mantiene todo esto? Pues la apuesta clara es la publicidad. Se trata de atraer al mayor número de espectadores posibles para vender los anuncios lo más caros posibles. Y este formato es muy bueno para eso.

Sin embargo esta estrategia de ganar dinero tiene una limitación muy importante, y es que el surf no se puede programar con antelación. Estando a lunes no puedes quedar con tus colegas el sábado a la tarde en casa para tomar unas cervezas mientras ves las WSL Finals. Y esto hace que los potenciales espectadores siempre estén limitados por planes que hayan hecho con anterioridad.

Como veis no doy ninguna solución, solo espero que estas palabras hagan reflexionar.

Y si queréis saber mi opinión, yo soy de los que prefería la WSL de la regularidad.

Nos vemos en el agua.

Ander