Podemos ver el vídeo miles de veces, pero dificilmente podemos llegar a sentir las vibraciones de aquel histórico día en Fiji. Mucho menos aún podemos llegar a sentir la energía que Ramón Navarro sintió al coger esa ola, pero al menos el surfista chileno ha tratado de explicarlo con palabras.
Una persona que vive por y para el mar y que junto a su compañero Kohl Chistensen, forma una pareja comprometida con el mar y el mundo de las olas gigantes.
Tomamos prestado el comentario que Mikel Aguirre dejaba en nuestro muro de Facebook, porque no se puede definir mejor.
«Es un hombre de mar, que lo cuida y lo respeta, y el mar le ha devuelto lo sembrado…»
Os recomendamos encarecidamente que, si no lo habéis visto, veais «El hijo del pescador», el documental que habla de la vida de Ramón.