El hater asegura que Kepa Acero duerme en hoteles de 5* y viaja con un equipo de producción de 10 personas
Hablamos, como no, del hater.
Antes de nada, procedemos a definir qué es un hater (jeiter) para ayudarte a detectarlo puesto que, muy probablemente, tengas alguno en la comunidad de vecinos o en tu entorno más cercano.
Básicamente es un tipo que se dedica a tirar por tierra el trabajo del resto y a opinar irremediablemente de forma negativa acerca de todo y todos desde la clandestinidad.
Por poneros algún ejemplo de su apasionada entrega (solamente comparable a la de los más fervientes inquisidores), ante una foto de un aéreo, un hater comentará: «seguro que no lo ha caído». ¿Un tubo? «Nah, poco profundo». ¿Una ola grande? «…No es tan grande».
Asegura que Kepa Acero duerme en hoteles de 5* y viaja con un equipo de producción de 10 personas. Algo así como ese señor de 70 años, que puro y coñac en mano, se atreve a poner a parir las habilidades de Cristiano Ronaldo o el tacticismo de Pep Guardiola.
En el caso de que el surf sea tan incuestionable que su crítica pueda ser rebatida por medio de la violencia (criticar un clip de Dane Reynolds, por ejemplo), el hater optará por sacarle peros al estilismo o al peinado del surfer. Incluso un buen hater puede llegar a difamar e inventar habladurías pese a no haber cruzado una palabra en su puta vida con la susodicha víctima. Pero bueno, en este caso ya estamos hablando de un hater elevado a un plano superior. Un CT hater, vamos.
A bote pronto puedes pensar que alguien así sólo puede tratarse un tipo mezquino y ruin. ¡Nada más lejos! La labor del hater es ardua e incomprendida.
Trata de ponerte en el pellejo de alguien para quien todo está mal. Alguien capaz de sacarle peros a cualquier surf. Y si no es el surf es la música, y si no la edición, y si no la forma de colocar las pegatas, y si no hay pegatas… «No me extraña porque surfea como el culo y ha ganado peso». Trata de imaginarte la vida de alguien así. Ha de ser jodidísimo. Más que nada porque en el mundo en que vivimos hay espejos por todas partes y ese tipo, tarde o temprano, ha de verse a sí mismo alguna vez… Eso sí que tiene que ser duro.
Desde aquí hacemos un llamamiento a la hermandad hater y sabed que Mar Gruesa os brinda su mano para lo que necesitéis.
No sé, pedidnos lo que sea: bañeras para vomitar vuestra bilis, más contenidos de gente que surfea bien pero lo hace mal según vosotros, que no generáis ninguno mejor aún, ya que no manejamos presupuesto como para sortear un viaje a Fiji, ¿qué tal si habilitamos un hueco para comentarios anónimos?…mejor daos una vuelta por Surf30 o Stab.
¡Os queremos, haters! 😉