¿Te imaginas que pudieran ponerle al agua un ligero sabor a coca-cola o Fanta naranja?. Así iba a dar gusto caerse con la boca abierta, ¿verdad?. Es más, podrían incluso ponerle bebida energética para que cuando nos entrase la pájara, a mitad de baño, bastase con pegar un par de sorbitos para seguir teniendo alas.
¿Te imaginas que pudiesen imprimir una serie de pequeñas descargas electromagnéticas que trabajasen nuestros abdominales mientras estuviésemos esperando nuestro turno de ola con el ticket en la mano?
¿Te imaginas que empiezan a vendernos quillas y tablas con flotabilidad extra para aguas no marinas?
¿Te imaginas una élite de surfers que no sepan nadar?
¿Te imaginas que el fondo de la piscina fuese una pantalla y puedas estar viendo pelis, o chateando o retocando las fotos de tus recién estrenados abdominales?
¿Te imaginas auto selectores de fondo que permitan seleccionar reefs indoloros capaces de generar cicatrices molonas ya cerradas y desinfectadas?
¿Te imaginas punteros laser indicando con una línea roja la trayectoria que has de seguir en la ola?
¿Te imaginas autopropulsores de spray, partículas flotantes limpiadoras de parafa y un palco para papa-entrenadores con descuentos en refrescos y pastillas para la garganta?
¿Te imaginas la playa rompiendo con metro y medio perfecto y que nadie consiga llegar al pico ni se sepa colocar?