Jimmy Ulualoha «Ulu-boy», sufrió 30 heridas profundas en el ataque, que tuvo lugar mientras hacía surf el domingo con sus amigos en Pohoiki Bay. Su madre, que le estuvo llamando para que saliera del agua, le hacía gestos para que volviera a la orilla, Jimmy le gritó ‘Una ola más, una ola más’, le dijo su hijo. Y entonces ocurrió.
Su madre recuerda ver a los amigos del chico rodearle en el agua, y desde la orilla ella y otros testigos «pudieron ver al tiburón moviéndose en la ola», supuestamente después del ataque. Su amigos subieron al joven herido a su tabla de surf y remaron rápidamente hasta la playa.
«No sabía que era él, pero entonces todos los demás se pusieron de pie y él no», dijo su madre.
La semana pasada un tiburón mordió en el brazo a una mujer alemana de 20 años que estaba haciendo ‘snorkel’ en Maui y el día a anterior a ese ataque, otro tiburón mordió la tabla de kiteboard de otra chica. Se supone que todos estos ataques son provocados por tiburones tigre.