Para el día final, Bells amanecía con líneas sólidas y mucho más limpias que el día anterior. La «tormenta de los 50 años» al final no fue para tanto en Bells, pero desde luego dio momentos difíciles de olvidar…sobre todo a nivel logístico, con tablas e inventos rotos, caddys desaparecidos y motos de agua ausentes.

Entre pitos y flautas Filipe Toledo y John John Florence se plantaron en una final con una pinta extraordinaria, y que no fue para tanto.

A eso de mitad de manga, Filipe Toledo cogió una ola que empezó con un buen giro y que siguió hasta el bowl, donde le esperaba una sección con un labio amenazante al que decidió decirle adios saliéndose de la ola. Un «pequeño» detalle, pero que quizás marca la diferencia con otros surfistas. John John se vio en una situación similar en semifinales, y fue premiado con un 9,43 por rematar una ola parecida.

No fue una gran final, pero la emoción estuvo hasta el final, porque necesitando un 6,98, el brasileño cogió una última ola sonando la bocina. Una ola que remató bien, y que realmente pudo haber sido pero no fue.

John John hacía sonar la campana, y se le veía exultante después de unos meses complicados por la lesión de Keramas del pasado año.

El hawaiano se pone el jersey amarillo en detrimento de un Italo Ferreira, quien por diversos motivos, seguramente no olvidará con facilidad este campeonato.

Courtney Colongue ganó en chicas en una final frenta a la hawaiana Malia Manuel.