¿Qué tienen en común Jeep, Shiseido, Apple, Corona y Samsung, entre otros? Pues que, sin ser marcas de surf, todas son (o han sido) sponsors mayoritarios (o directamente las cabezas visibles) de la Gran Liga del surf profesional durante los últimos años. 

Esto, unido a la locura que estamos presenciando en el mercado de fichajes, da lugar a un amplio debate acerca del estado de salud del que goza nuestra industria, así como del porvenir que cabe esperar por parte de surfistas y eventos en relación a ella.

Pero antes de zambullirnos de pleno en la profunda fosa del ‘sticker’, quizás deberíamos refrescaros la cabeza con lo más destacado de estas últimas semanas, a pesar de que a estas alturas nada de esto sea ya una ‘breaking new’.

Una de las grandes sorpresas ha sido el fichaje de Maxime Huscenot (recién clasificado para el CT) por Decathlon. Emmmm sí. Efectivamente, el supermercado del deporte ha logrado copar el ‘nose’ de una tabla (de fibra, no de corpchopan) en el mismísimo CT. 

*Nota: Decathlon queda agendado para episodio 2.

Igualmente sorprendente ha sido la ruptura matrimonial entre ‘Quik’ y Leo Fioravanti, a quienes las malas lenguas llegaron a involucrar con la aparición de un tercer amante engominado e irresitible: GUCCI. Nada más lejos. El único titular que ha despertado la nueva pegatina de Leo (Kwai) ha sido: ¿qué coño de marca es ésta? 

…Ya puestos a seguir con esta escalada ‘anti surf’ en el surf, ¡qué risas habrían sido ver el glamour de Gucci, Armani y Agatha Ruiz de la Parada introduciendo pajaritas -y colorete- en la entrevista post heat! Prevenidos…. ¡Acción!

Hueco glamuroso en Quik pasa a ocupar Griffin Colapinto, cuando su nueva peli con Billabong (Trilogy 2, en compañía de Ethan Ewing y Seth Moniz) aún ni siquiera se ha estrenado. Aunque todo vaya a parar al mismo bolso, va a quedar un poco raro, ¿no? En fin…

Red Bull le quita las alas a Julian Wilson y a Mateus Herdy (¡sorpresón!), que igual pasan a beber Frenadol dada la presencia que ambos tenían en la marca del torito bravo. 

Asimismo, Oakley hace lo propio con Kolohe, que llevaba con la marca desde que era un mocosete que no sabía hacer la ‘O’ con un canuto.

Amén de más cambios aún en proceso, estamos presenciando un insólito devenir en los patrocinios del surf profesional que deja una curiosísima moraleja: cada vez hay menos marcas de surf patrocinando sólidamente a surfistas. En cambio, la presencia de bebidas energéticas, telefonía, concesionarios, cremas, zumos, alimentación… Es cada vez mayor.

Esto nos lleva a preguntarnos: si efectivamente cada vez hay más gente en el agua y las marcas ‘core’ cada vez apoyan menos, ¿quién coño se está comiendo el pastel? 

Si ni siquiera los surfistas de élite logran subssistir a base de marcas de surf, ¿qué coño está pasando con la industria del surf? ¿O quizás es que muchos se las den de ‘true’ y luego vendan sus principios por un dólar más? Si incluso la gran liga se sustenta gracias a marcas ‘forasteras’, ¿qué futuro cabe esperar en el resto de eventos y competiciones? ¿Quedará todo supeditado al capricho de corporaciones oportunistas? ¿Dejará de ser ‘cool’ esto de tener sponsor, visto lo visto? Es más, ¿qué es ‘core’? ¿Qué es ‘cool’? ¿Qué es cutre? ¿Llegarán a subastarse las parcelas de una tabla como los terrenos edificables? ¿Se meterán las farmacéuticas gracias a tanto estrés e incertidumbre?

Todo esto y mucho más en el capítulo dos. 

Por hoy, ya nos hemos metido en bastantes marrones.