Aunque a estas alturas ya lo sabréis, la cosa ha alcanzado tal magnitud, que no está de más dedicarle unos minutillos. Y es que una vez más, la polémica salpica a la WSL tras el Surf Ranch Pro, un campeonato del que no hemos hecho crónica porque no lo hemos visto. ¡Lo sentimos!
Os prometemos que lo hemos intentado pero dado lo repetitivo, lo sistemático y lo predecible de cada ola, ha resultado tarea imposible por nuestra parte.
No obstante, y al margen de la opinión personal de un triste redactor, a la WSL sí debería darle que pensar que el evento haya dado de qué hablar a causa de las controversias sensacionalistas que ha generado (muchos están en contra de la pisicina de Kelly como parada para un evento CT, alboroto de las puntuaciones, líos en Redes Sociales, amenazas de muerte…) en vez del único aspecto verdaderamente esencial a tenerse en cuenta en un campeonato mundial de surf: la calidad del spot que se disputa.
De hecho, este asunto de las polémicas y las trifulcas públicas, lejos de ser una bochornosa anécdota de carácter aislado, se está convirtiendo, tristemente, en una pauta común que parece derivar de -casi- cada campeonato, ya sea por lo pobres (y lo podres) que resultan las condiciones en que se desarrolla o la controversia con el asunto de los jueces.
Vamos a este último punto.
Antes de seguir, resumamos los hechos: tras una serie de mangas cuyas puntuaciones han sido ciertamente cuestionables, Gabe Medina abrió la veda en su Instagram al criticar el sistema de puntuación de la WSL así como lo dudoso de ciertas puntuaciones ante olas claramente infravaloradas y sobrevaloradas, según el caso, mostrándose totalmente disconforme. Pronto, a Medina se le unieron Filipe e Italo, el otro finalista del Ranch Pro, y parte implicada dado que su derrota contra Colapinto ha sido uno delos grandes detonantes de esta situación.
Paralelamente a las declaraciones de estos surfistas, ha habido algún MEMO que ha llegado a amenazar de muerte a Ethan Ewing (quien venció a Medina tras un empate técnico a puntos en el Heat 3 de cuartos), algo que resulta totalmente inadmisible y reprobable y con lo que absolutamente nadie está de acuerdo ni debería tolerar. Ante actitudes así no hay polémica alguna.
Si bien muchos surfistas han mostrado diferencias de opiniones con la WSL previamente, el caso de Gabe, Filipe e Italo (todos campeones mundiales) es un hecho reiterado a lo largo de los últimos años, dado que se han visto envueltos en mangas ciertamente cuestionables frente a grandes nombres como Jack Robo, Kanoa e incluso el propio Colapinto, algo que responde, según muchos, a favorecer los intereses de la WSL en un esfuerzo por ‘encumbrar’ ciertos nombres en base a una imagen o una nacionalidad comercialmente conveniente para la gran liga. ¿Os imagináis un Top 5 final con Medina, Toledo, Ferrerira y Chianca?
Ante las quejas de estos atletas, la respuesta de Erik Logan, CEO de la WSL, no se ha hecho esperar. En su mensaje, Logan critica la postura de estos competidores y respalda la pulcritud de los procedimientos judiciales de la WSL. Asimismo, insta a éstos a no usar sus Redes Sociales como ‘arma arrojadiza’, pues las palabras tienen consecuencias y pueden causar graves heridas, afirmando que procedimientos así se saltan las reglas o el código.
Si bien la educación tiene que primar ante todo, el sentido común debería actuar del mismo modo. Y no es sensato censurar herméticamente una idea que puede parecer contraria a la de uno mismo, sobre todo si ésta está bien razonada y correctamente expuesta.
Naturalmente, damos por hecho que ninguno de estos surfistas pretendía que su discurso acabse dando lugar a amenazas de muerte (esperemos que Logan no haya tradado de dar a entender eso ni lo más remotamente) y sí creemos que la WSL debería escuchar a quienes le confieren su razón de ser: los surfistas, quienes en otra ocasión, por ejemplo, habían reunido una mayoría de firmas para abolir el ‘Mid Seasson Cut’ sin resultado alguno.
Volviendo al tema que hoy nos ocupa, si la postura de la Gran Liga es silenciar opiniones incómodas, todo acabará siendo una burbuja de complacencia con una manos sobre las bocas ajenas y la otra sobre sus propios oídos. De ahí, vemos que muchas veces los comentaristas se ven forzados a retirar sus propias palabras cuando preveían una nota baja ante una lectura de ola desacompasada que acabó siendo ‘sobre puntuada’, y viceversa.
Si comenzamos a coartar sistemáticamente la opinión de gente con criterio y conocimiento de causa… Mal vamos, ¿no? Al menos se debería establecer un diálogo que conduzca a algo pruductivo para todas las partes implicadas. Dado que si comienzan a mostrarse descontentos y polémicas cada vez de forma más regular, es un claro indicio de que no todo el mundo está satisfecho con la dinámica y el proceder actual.
Sea como sea, los fans no queremos ver el CT convertido en un ‘Sálvame’ queremos ver, sencillamente buen surf. Y eso implicaalgo muy simple: los mejores surfistas en las mejores olas, algo aparentemente evidente que comenzó siendo una realidad y que confiamos que no termine siendo sólo un esLOGAN.