Aunque estuvo en el filo del éxito competitivo, las dificultades de Clay Marzo con las situaciones sociales (debido a síndrome de asperger) le hizo elegir la vida de un freesurfer. De esta manera esperaba evitar las presiones sociales de la vida competitiva, para centrarse en su pasión por el surf. Sin embargo, freesurfing viene con sus propias presiones.