5. PARAFINA TROPICAL

Ni la temperatura del agua está para ella, ni la situación mundial es propicia a para pensar en coger un avión a paraísos tropicales (por lo menos a corto plazo). Así que, la mítica parafa que comprabas todo ilusionao cuando te ibas a Bali, México o Maldivas… Visto lo visto, o la compras para seguir fantaseando con su olorcito, o para cargar de ironía las navidades de algún colega al que le tengas ‘poca’ estima

*Ojo que puede ser arrojada a la cabeza según se desenvuelve.

4. CROCS SURFERS

Las míticas crocs de toda la vida. Sí, sí. Efectivamente, la misma aberración estética que se te ha venido a la mente, pero poniéndole un par de pegatas viejas que tengas por casa.

Este regalo, probablemente el sumun de la cutreza, servirá para destruir cualquier amistad a prueba de bombas, o solucionarle el paseo invernal, de casa a la arena, a alguien con muy poco sentido del ridículo.

3. SURFISTA TELEDIRIGIDO

Joder, este regalo sí podría resultar muy divertido, ¡pero hay que ser muy ‘freak’ (o vivir en San Clemente) para llegar a la playa con él y quedarte tan ancho.

¿Te imaginas labrarte una reputación de aguililla y saltador desde la arena?

2. TABLA MOTORIZADA AUTOPROPULSADA

Efectivamente, es un regalo caro y para idiotas. No obstante, tiene que ser divertido eso ser tú mismo el surfista teledirigido.

‘¡Wow! ¡¿Te has fijado en el spray que he sacao?!’  En fin…

Aunque, pensándolo bien, tal vez se ponga de moda y los guiris comiencen a preferir los pantanos a la típica invasión veraniega de nuestra costa norte… ¡Ni tan mal! Mira tú por dónde deberíamos comenzar promocionar este cachivache para ricachones con el encefalograma más bien plano.

1. ‘FINGER SURFBOARD’

Sí, lo habéis interpretado bien: tablas de surf para jugar con los dedos. Existe, os lo juramos.

Al fin y al cabo, ¿acaso no es el surf cuestión de sensaciones? Y, ¿no es mejor surfista el que mejor se lo pasa? ¡Pues hala, todo el mundo a practicar ‘laybacks’ en