- PASAR EL TORNILLO DE LOS TAPONES
Venga apretar y apretar, cuando en realidad basta con que el tornillo haga tope con la quilla para que la cosa ya esté lista, pero… Uno siempre quiere más y más.
Luego pasa lo que pasa. Llaves de quillas inservibles y tornillos más pasados que los ‘protas’ de ‘Miedo y asco en Las Vegas’.
- ¡OJO ESQUINA!
Mucho limpiar tu tabla y meterla en una fundita cada vez que sale del agua, pero… ¡¿Quién podría protegerla de esa maldita esquina que conduce a tu casa o tu garaje?!
Y quien dice esquina, dice la puerta del maletero o la del portal. Puesto que, quien más o quien menos, todos nos hemos dejado algún trocito del ‘tail’ o del ‘nose’ en una de esas pesadillas arquitectónicas que detestan ver nuestro equipo nuevecito.
- ¡OJO LLAVES!
¿Alguna vez has cerrado el coche con la llave dentro a causa del nerviosismo por entrar cuanto antes al agua?
Tal vez no, pero la mayoría de los que estamos aquí sí. Por eso hemos decidido incluir esta gran pifia en el Top pifias patrocinado por gente torpe S.A.
- QUILLA VS ROCA
Aunque en toda la playa no haya más que una triste roca, ¿quién no ha pegado alguna vez contra una por no fijarse?
Ante ello… ¡Resignación, amigo! Pese a que tus quillas, dentadas como la boca de un cocodrilo, delaten cierto grado de despiste o desconocimiento del spot, la mayoría empatizaremos al verte.
No obstante, quizás vaya siendo hora de que ahorres para unas nuevas o aproveches la marea baja para fijarte mejor en los posibles obstáculos que traiga consigo la pleamar 😉
- OLVIDOS QUE SALEN CAROS
Pues sí, aunque parezca una tremenda estupidez, la mayoría, en algún momento, nos hemos olvidado el traje, el invento o incluso la tabla al salir de casa.
En el mejor de los casos, el despiste nos pilla cerca y sólo perdemos unos minutos y un poco de dignidad. En otros casos no tan buenos… Uno se queda con cara de idiota cuando, una vez en la playa, se queda sin poder entrar al no encontrar un buen samaritano que se sacrifique prestando su tablita o un traje recién meado.