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5 minutos con Manu Castro

Manu es Fat Surfboards. En 2015 empezó su aventura en el mundo del shape y ya cuenta con muchas tablas que llevan su firma. Nos cuenta su historia y su vida en el sur.

Fotografías de @cokoif @itsonlywater

¡Buenas Manu! ¿Cómo va todo por el Palmar? ¿Cómo habéis pasado la primavera y esta fase previa al verano?

¡Hola chicos! ¡Pues la verdad que todo genial! En cuanto a olas, lo típico, cuanto más cerca del verano tenemos menos swells consistentes, pero aun así algo rascamos de vez en cuando para quitar el ‘’mono’’ =).

Por lo demás pues disfrutando de la playa cuando tengo un rato libre y trabajando mucho ya que ahora empieza la temporada y parece que la gente lo va a coger con ganas este año.

 

Además de buen surfista, eres un gran apasionado del shape y poco a poco vas adquiriendo más experiencia. ¿Cómo surge ese interés y de qué manera han ido evolucionando tu técnica y tus gustos por diferentes formas?

Todo empezó sobre el 2015 cuando mis amigos Alejo y Juanillo tenían un pequeño taller y se iniciaban en este mundillo. La verdad que, cuando fui a visitarles, me creó mucha curiosidad todo aquello y les propuse ir con ellos de vez en cuando a ver si podía ir aprendiendo algo.

Poco a poco fue creciendo ese interés y gracias a mis tíos, que me prestaron una parte de su almacén, empecé a coger alguna reparación. Pasado un tiempo me atreví a comprar un foam para ir experimentando y tratar de crear algo que flotase. No tenía ni idea jejeje.

He tenido mucha suerte de que gente como Lanky y Peta me dejaban ir a verlos al taller. Ahí comencé a ver lo duro y a la vez bonito de su profesión. Cada vez que Peta venía al sur me iba a verlo trabajar y me pasaba horas y horas aprendiendo con él.

Lanky por su parte me ayudó desde el principio con sus consejos para comenzar a laminar y lijar mis primeras tablas y ha estado siempre ahí cuando lo he necesitado, algo que no tiene precio¡¡¡ Es un currante nato y un gran amigo que me llevo de todo esto¡¡¡

Gracias a ellos he ido aprendiendo mucho y no me cansaré de agradecerles lo que me han ayudado en todo lo que han podido y el engorile que me llevaba a casa día tras día.

Todo lo demás ha ido pasando solo. Yo llevaba desde pequeño surfeando tablas high performance y el hecho de hacer tablas, en cierta manera, te obliga a probar diferentes shapes e investigar mucho. Te das cuenta de lo poco que sabías sobre las tablas que has surfeado toda tu vida y lo divertido que puede llegar a ser experimentar algo que para ti es “nuevo” aunque realmente no lo sea como, por ejemplo, twin fins, singles… etc.

Con la práctica vas desarrollando tus propios hábitos y perfeccionando tu técnica. Está claro que las primeras tablas no son las mejores ni mucho menos pero es parte del proceso y yo lo disfruto mucho. Cada vez estás más cómodo y te desenvuelves mejor con ciertos tipos de tabla y te vas inclinando hacia una línea general influencia cada tabla que acabas. Tienes tu sello propio por decirlo de alguna forma.

 

Eso de combinar surf y shape es perfecto en una costa ciertamente irregular como la gaditana. ¿Sueles aprovechar esos parones de mar para centrarte y alternar esas dos actividades? ¿Cómo compaginas el hecho de coger olas y hacer tablas?

La verdad que en nuestra costa tenemos mucha variedad de olas y podemos usar un gran rango de tablas dependiendo del día. Para alguien que hace tablas eso es una ventaja y, cuando tenemos algún parón, aprovecho para investigar un poco y trato siempre de probar cosas nuevas e ir modificando tablas que me gustan pero que piensas que pueden dar algo más de sí.

En invierno tengo la suerte de que mi trabajo (llevo desde 2013 en Homies Surf & Skate) me permite shapear casi a diario ya que tenemos más tiempo libre. Tenemos Shape room en la tienda y a veces, cuando acabo de currar, me pongo al lío. De hecho, parte de nuestro trabajo es llenar el rack de la tienda de nuevos “engendros” jejej.

¡Siempre trato de darme un baño antes o después de trabajar, tengo suerte en ese aspecto y de momento lo compagino bastante bien!

 

Otra cosa que hemos advertido en ti es cómo tu afición por el shape ha contribuido a que abras la mente a distintos diseños de tablas y tipos de surf. ¿Estás de acuerdo en que el shape incita a experimentar y abrir ese abanico?

Por supuesto. Como he dicho antes, yo he usado tablas “convencionales” desde pequeño y cuando empecé con esta afición del shape he ido probando de todo.

De hecho, cada vez disfruto más surfeando tablas que me den alguna sensación diferente y me enseñen a surfear de otra manera¡¡¡¡

 

Para muchos de los que vivimos en el norte, Cádiz es un oasis invernal comparable a California. No obstante, ¿cómo es la vida del día a día en el Palmar? Imaginamos que estos próximos meses a muchos os darán un poco de pereza…

Totalmente. En invierno tenemos buen clima, olas de calidad y consistencia en ciertos momentos que nos hace disfrutar mucho de meses como Diciembre o Enero.

Ahora llega el verano y, los que trabajamos en el sector turismo, tenemos que dar el callo para poder luego disfrutar del invierno como más nos gusta.

Tenemos muy cerca tanto el mediterráneo, que en verano siempre tiene buenas sesiones, como Portugal así que realmente siempre nos podemos dar alguna escapada para despejarnos y recordar lo que era eso de “surfear” ya que a veces, se nos olvida jejejeje

 

Con respecto a la cultura surf que se respira en tu zona, ¿qué le falta y qué ventajas tiene con respecto a la de otros puntos de la península, según tu criterio? ¿Podríamos hablar de una comunidad surf emergente en Andalucía?

Siempre ha habido una comunidad de surf, al menos, desde que yo empecé. Cuando era un enano y mi padre me dejaba en la playa después del colegio, tuve la suerte de que los “míticos” de la zona me ayudaron y me dieron a conocer este deporte que por aquella época era un gran desconocido por nuestras tierras. Gente como Javi Carrillo, Dani (el propietario de Wall surf shop),  Lemin, los hermanos Leiva, Alvarito y muchos más¡¡ En mi caso al vivir en un sitio poca población reo que yo y algún amigo éramos los únicos niños del colegio que practicábamos y eso nos hacía estar siempre en el agua rodeados de gente mayor y con eso aprendes mucho jejjeje

Como en todos sitios, cuando un deporte llega necesita un tiempo para que se cree cierta cultura. En los últimos años ha habido un gran “boom” en nuestras playas y eso tiene su parte buena y mala evidentemente.

Poco a poco la gente se mueve y viaja más y todo ello hace que se vayan interesando por conocer otro tipo de tablas y estilos de surf. Toda esa variedad ayuda a crear una cultura cada vez mayor y yo, que trabajo en una tienda de surf, lo noto mucho en lo que el cliente va demandando.

Cada vez vendemos más tablas tipo longboard, midlenghts, twins… esto hace que la gente vaya experimentando lo cual, desde mi punto de vista, contribuye mucho a incentivar la cultura en nuestra tierra en la que el surf es un deporte relativamente nuevo.

Cerca de mí hay gente como Alejo, que lleva años apostando por shapers locales y también hace sus propias tablas, como Cokoif y sus talleres de tecnificación de longboard, Miguelito que está ahora mismo en México tirándose en auténticas bombas y da clases de tecnificación en invierno, y muchísima gente más que está creando algo muy interesante y diverso que es de lo que se trata.

 

Retomando tu afición por el shape… ¿Con qué dificultades se enfrenta un shaper local a la hora de abrirse hueco en un mundo tan competitivo y copado por grandes marcas?

En mi caso, el shape lo tengo como afición más que como trabajo. Intento compaginarlo todo y desde que empecé tengo la gran suerte de que todos mis amigos me han apoyado y desde el principio les hacía alguna tabla, ellos me daban sus críticas al respecto y eso ayuda siempre.

En cuanto al mercado, está claro que siempre habrá quien prefiera llevar una tabla de una conocida marca y asegurarse de tener una tabla que, desde su punto de vista, les va a hacer surfear mejor.

Aunque, para la suerte de las marcas locales, hay mucha gente que prefiere tener alguien cerca que les haya visto surfear y sepa lo que necesitan según su nivel de surf o las olas que su playa local provea. Eso es un gran punto a favor de los shapers que trabajan a nivel local y que crea un valor añadido casi insuperable.

 

A menudo, muchos surfistas somos más exigentes con el acabado y el rendimiento de tablas artesanales en comparación con las grandes firmas internacionales, cuyo resultado parece incuestionable. ¿Crees que vuestro trabajo está sometido a un juicio más exahustivo? Del mismo modo, ¿consideras que el trabajo y esfuerzo de los shapers locales está justamente valorado?

La verdad que a veces parece que una tabla por ser de cierta marca, se libra de muchos prejuicios y valoraciones en cuanto a su acabado y, sobretodo, rendimiento. Está claro que las grandes marcas están ahí por algo. Son tablas de sobra testeadas y tienen la confianza del consumidor porque, por norma general, llevan muchos años en el sector, tienen surfistas profesionales que las ayudan a diseñar y dan su valoración dentro del agua, etc… pero hay gente que produce con la misma o mayor calidad que las grandes fábricas. Hay mucho desconocido en este mundo que trabaja con mucho mimo y profesionalidad y eso hay que valorarlo. Veo trabajos increíbles de gente de nuestra zona, del norte, de Francia, Portugal… tenemos muchos profesionales cerca y debemos de apoyarles¡¡¡

Por norma general la gente no tiene ni idea de cuánto cuesta hacer una tabla ni constancia del conjunto de procesos que es necesario llevar a cabo para que esa tabla acabe en tu poder. Todo esto repercute en el apoyo a grandes o pequeños productores y, por consecuente, en el precio que están dispuestos a pagar por su tabla y lo que la valoran.

Todo esto lo digo por experiencia propia. Antes de adentrarme un poco en el mundo del shape no sabía muy bien por qué había tanta diferencia en el precio de las tablas, tan solo me guiaba por que fueran marcas mas bien conocidas y que el surfista al que admiraba la llevase.

Pienso que todos deberíamos atrevernos a hacernos una a lo largo de nuestra vida para saber lo que tenemos bajo los pies y todo ese trabajo se valoraría mucho más.

 

Está claro que hay mil factores que intervienen a la hora de crear una ‘tabla mágica’. No obstante, ¿qué elementos consideras indispensables para dar vida a una de esas joyas capaces de cambiar el surf de alguien?

En primer lugar, yo creo que para crear una tabla que pueda hacer feliz a alguien y que sea “mágica” para él, quien la vaya a producir debe conocer al cliente o tener información sobre sus gustos, cualidades dentro del agua… ya que es complicado dar en el clavo si no tienes una referencia.

Normalmente, cada marca o shaper tiene unos modelos determinados con unas medidas predeterminadas pero normalmente (según mi experiencia) cada tabla que ha sido, como vosotros decís, “mágica” nace de la adaptación de dicho modelo a cada cliente. Todo el mundo surfea de una manera diferente, creo que es muy difícil hacer una tabla que para todo el mundo sea mágica, de hecho, han habido tablas que para un amigo han sido mágicas y luego alguien la ha probado y no le ha creado especial interés.

Aparte de esto, creo que es imprescindible adaptar esa tabla a las condiciones que tenga el cliente en su spot habitual, dar en el clavo con la elección de quillas y posición de las mismas, tipo de laminación… hay muchos factores que cuentan y es el conjunto el que al final hace de ese trozo de foam algo mágico =)

 

Tutoriales en Youtube, reviews en blogs, podcasts, tablas de medidas y equivalencias… Cada vez disponemos de más información acerca del shape, las quillas o los materiales. ¿Hasta qué punto todo esto contribuye a informarnos como clientes (cuando no sabemos demasiado al respecto) o sólo consigue liarnos? Como shaper, ¿echas en falta mayor capacidad de decisión ante los encargos que recibes?

Es cierto que al final toda esa información puede confundirnos pero pienso que es bueno que la gente tenga a su disposición diferentes maneras de guiarse a la hora de decidirse por un modelo y unas medidas determinadas. Luego está claro que no todo es tan fácil como mirar litros de volumen, por ejemplo, que es algo que se ha puesto muy de moda en los últimos años y que ayuda mucho para referenciarnos en cuanto a flotación se refiere pero claro, dependiendo del tamaño de olas y fuerza de las mismas ese volumen te vendrá bien o no así que, en general, puedes tener una idea pero siempre está bien dejarse aconsejar por la persona que te vaya a hacer la tabla o, en su defecto, con tu tienda de confianza en la que pidas tu nuevo juguete!

A mi me gusta mucho tener una buena conversación previa que ayude tanto al que va a surfear la tabla como a mí a ponernos de acuerdo en qué es lo mejor para ese encargo en concreto y suelo tener la suerte de que confían en mis consejos o punto de vista¡¡

 

Tratándose de un shaper integral (shaper – glasser – lijador…), ¿hay alguna parte del proceso creativo de una tabla que se te haga especialmente trabajoso o complicado? ¿Cuál es tu parte favorita y cuál detestas más? Jejeje.

Me gusta mucho el proceso en general. Si tuviera que elegir en un orden pues sería en primer lugar shape, en segundo lugar laminar y por último lijar.

El shape es muy interesante y divertido, ahí nace la tabla y en función del mismo suelo elegir el tipo de laminado y acabados que mejor le van a cada tabla.

Me gusta mucho también laminar con resinas tintadas. Es un proceso muy creativo y me flipa jugar con colores y experimentar.

El lijado me gusta menos pero es algo imprescindible así que hay que asegurarse de hacerlo bien o sino todo lo anterior no habrá merecido la pena¡¡¡¡

 

Para finalizar con tu faceta de surfista…. ¿En qué medida ha mejorado tu nivel tras haber aumentado tus conocimientos de shape y fabricado tus propias tablas? En base a ello, ¿cuál sería tu siguiente paso y hasta dónde te gustaría llegar como surfista?

Nunca pensé cuando comencé a hacerme mis primeras tablas que todo esto me ayudaría tanto en el agua. Cada vez me siento más cómodo en situaciones que antes no lo estaba y he cambiado bastante mi manera de surfea. Este último invierno es cuando mayor cambio he visto en mi manera de surfear, lo he disfrutado mucho¡¡

El tipo de tabla que me abrió los ojos fue el twin fin. Los primeros días que lo usé no entendía de qué iba la historia. Líneas raras que no estaba acostumbrado a trazar, un surfing algo más suave y enfocado a trazar líneas largas que no alcanzaba a comprender. Lo odié en las primeras sesiones. De repente un día empecé a entender lo que la tabla me pedía y a partir de ahí todo ha sido bueno.

Me ha dado mucha línea, velocidad en ciertas secciones que no tienes con un tri fin y, lo más importante, cuando comienzas a usar tablas que no estás acostumbrado todo aquello que se había convertido en algo repetitivo y rutinario se vuelve refrescante y divertido algo que, según yo lo veo, es lo más importante al fin y al cabo.

De hecho, en el último viaje a indonesia con unos amigos, me llevé un twin. Algunos me comentaban que igual no la usaba y que debía usar el espacio en la funda para otro tri fin por si alguno se me rompía… finalmente la metí en la funda y fue la tabla que más disfruté¡¡¡

Dicho esto, como surfista tan solo quiero seguir viajando cuando pueda para descubrir nuevos sitios y disfrutar el mayor tiempo posible de este deporte siempre y cuando siga siendo tan divertido como hasta ahora y tenga a mis amigos para compartirlo¡¡

 

Siempre es un placer hablar con alguien tan creativo como tú, tanto dentro como fuera del agua. Así que te agradecemos infinitamente este buen rato que nos has hecho pasar. ¡Un abrazo Manu!

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