Pregunta abierta: ¿Cuándo fue la última vez que hiciste un viaje para no surfear?

Vaya concepto raro, ¿no?. Viajar sin tener que mirar las previsiones, sin tener que arrastrar la maleta de tablas contigo. Alquilar un coche y que no te importe que te den un Nissan Micra, porque no necesitas cargar tablas.

Mirando bien el mapa de destinos de viajes baratos, resulta que ni la torre Eiffel ni el Coliseo romano están cerca de un buen spot de olas. Bueno, en Roma sí que hay olas, pero no es un destino de surf per se.
Para un surfista intensamente viajero, un viaje que no es enfocado en el surf se siente… diferente.

Pon que hablamos de dos destinos, dos lugares a los que ir de viaje. Los edificios en ambos lugares son parecidos, la arquitectura se asemeja mucho. La comida en ambos lugares es parecida y el lenguaje en ambos lugares es muy similar. Incluso la cultura es comparable entre los dos destinos y a la vez muy distinta de la cultura de la que tu vienes.

En uno de ellos hay surf y en el otro no. Apostaría en cual te sientes más cómodo.

Los destinos surferos se sienten como una segunda casa. Esto debe de ser porque básicamente, allí donde viajas con tabla y en búsqueda de buenas olas, haces lo mismo que en tu casa – pasar el máximo tiempo en el agua.

Es imposible encontrar esta sensación de cercanía hacia tu destino de viaje mientras vas en el bus turístico de Munich o haciendo un freetour por Budapest.

Hay que sumarle la sensación de estar conectados con los locales de la ciudad que visitas, sabes que ellos también revisan la previsión de olas desayunando.
Las barreras del lenguaje desaparecen, las interacciones son sobre temas que manejas y conversaciones con los lugareños son más fluidas.

Puede que sea por esto por lo que un surfista siempre estará buscando un destino de viaje con olas, con algo de olas o cerca de la playa. O puede que sea por algo totalmente distinto.

De cualquiera manera, el efecto es real. 

Lo cual es un efecto secundario del surfing que nos hace extremadamente afortunados cuando visitamos un destino con olas y a la vez extremadamente complejos si el destino no tiene nada de surf. 

¿Dónde va a ser tu próximo viaje?