Supongo que hacer un producto único y de calidad es lo que me mantiene a flote.
Ante todo, ¡felicidades por la certificación Sergi! ¿Podrías explicarnos en qué consiste, quién la concede y qué requisitos son necesarios a la hora de ser otorgada?
The ECOBOARD Project es la primera iniciativa independiente dirigida a ofrecer al consumidor un certificado de calidad medioambiental para tablas de surf, promovida desde la organización Sustainablesurf.org. Su objetivo se centra en la reducción de la huella de carbono, apostando por el uso y reaprovechamiento de materiales reciclados, así como la reducción de la toxicidad de los materiales en los procesos de manufacturación de las tablas de surf.
Existen dos niveles de certificación: LevelOne es el más básico y GoldLevel el más estricto. Sustainablesurf certifica ciertos materiales y exige ciertas combinaciones entre estos: resinas con alto componente orgánico y bajas emisiones, EPS reciclado, madera, etc. Además, te hacen una auditoría (a distancia) de la factoría, procesos constructivos, gasto energético, ciclo de vida de mis productos, etc.
Mi certificación fue un tanto peculiar, especialmente con la tecnología FlamaEvolve, ya que me salía de sus estándares. No uso ni fibra ni resinas y eso no entraba dentro de sus planes. Entonces tuve que demostrar que todas mis tablas contienen un mínimo de un 70% de madera (en cuanto a peso total) y que uso EPS reciclado. Pero al final conseguí que cualquier cosa que salga de mi pequeña factoría pueda llevar la certificación GoldLevel.
No puedo dejar de decir que tras mi certificación hay ya unas cuantas más en Europa, lo que es también una gran noticia!
Resulta obvio que es un premio al esfuerzo y la coherencia de una filosofía «verde». ¿Cómo nace Flama y, sobre todo, con lo duro que resulta abrirse mercado hoy en día, cómo logras mantenerte y destacar hasta hoy?
Sobrevivir hoy día con cualquier actividad es un verdadero milagro, especialmente en este país de mangantes. Supongo que hacer un producto único y de calidad es lo que me mantiene a flote. Aún así, es un trabajo de hormiga, de persistencia, de medir mucho el riesgo y esperar muy poco a cambio.
Flama nació de una convicción personal y de una acumulación de distintas pasiones: el diseño industrial, la madera, el ecologismo, el surf… Sabía que sería difícil, más aún si lo hacía fiel a mis principios, pero no podía dejar escapar la ocasión. Fue un reto personal y ahí sigo.
Realmente con el surf hay bastante hipocresía en el sentido de que siempre vendemos naturaleza y respeto por el medio ambiente cuando es una industria muy contaminante (foams, neoprenos, parafinas, resinas…). ¿Crees realmente que se podría hacer las cosas de otro modo con el fin de suavizar nuestro impacto medioambiental?
¿Somos conscientes de que el concepto “espuma forrada con fibra” no ha cambiado en más de 60 años? ¿En qué otra industria sería aceptable no haber evolucionado durante tanto tiempo? Hizo falta que el monopolio de ClarkFoam cerrara para que empezara a haber cambios en materiales y técnicas constructivas.
Si hemos sido capaces de mandar a gente al espacio, si hemos sido capaces de descifrar el genoma humano, ¡cómo no vamos a ser capaces de fabricar un objeto flotante para deslizarse sobre las olas sin tener que utilizar derivados del petróleo ni materiales cancerígenos! Lo que pasa es que muy pocos han hecho el esfuerzo de estudiarlo y llevamos un atraso considerable.
Por suerte está habiendo una revolución a muchos niveles: resinas con altos contenido orgánico, espumas de EPS orgánico, fibras naturales… Tengamos en cuenta que se trata de una revolución ajena al surf, aunque podemos encontrarle aplicaciones que nos convengan. Pero si se destinaran medios suficientes seguro que en poco tiempo tendríamos tablas 100% orgánicas y de altas prestaciones. Ahora bien, ¿quién pone la pasta?
Muchas veces, y pese a tener el problema frente a nuestras narices, parece que no terminamos de concienciarnos del todo. ¿Qué crees que sería necesario para que todos contribuyésemos a una industria más limpia? ¿Tal vez que Kelly comenzase a llevar foams ECO?
Lamentablemente, ¡eso funcionaría! Quizá Kelly tenga la pasta para invertir en investigación… Aunque lo llevaría a un nivel de producción industrial que tampoco creo que nos convenga. De entrada el primer problema es que nos hemos acostumbrado a pagar muy poco por nuestras tablas y además hemos aceptado que no duren nada. Estos dos factores son cruciales. Si aceptamos pagar más y que duren más, entonces hay hueco para alternativas más sostenibles.
¿Qué materiales emplea Flama en su producción y cuáles son las ventajas ecológicas que se obtienen?
En la actualidad trabajo con tres materias básicas: madera de paulownia, bambú y corcho. Las combinaciones de estos parecen infinitas y estoy todavía descubriendo sus posibilidades. Vienen a ser un sustituto de la fibra y la resina, lo que sería el caparazón de mis tablas, y creo que las ventajas medioambientales e incluso para la salud del shaper creo son tan bestiales que creo que no vale la pena alargarme en esto.
En el último par de años he empezado a fabricar con una segunda tecnología, FlamaEvolve, que a diferencia de mis tablas huecas 95% orgánicas, están hechas con un corazón de EPS reciclado y forradas con madera y bambú y/o corcho. Esto me permite hacer tablas tan ligeras como cualquier tabla convencional. La parte negativa es el EPS, aunque si me he bajado los pantalones (temporamlmente) es porque en breve será posible usar espumas 100% orgánicas.
Obviamente la otra cara de la moneda es la que afecta al rendimiento de las tablas, de modo que nos interesaría saber qué diferencias percibiría un usuario medio al utilizar tus tablas con respecto al poliuretano de toda la vida.
Esta es la parte más criticada de las tablas de madera, y es comprensible, sobre todo en cuanto a peso y rigidez. Existen multitud de métodos constructivos y por lo tanto el comportamiento y peso de las tablas puede variar muchísimo. Y todo depende de lo que espere cada cual de su tabla. ¿Qué es mejor, una Harley Davidson o una moto de carreras?
Si lo que te va es el tabloneo clásico, el trim, fluir con la ola, trazar lineas amplias, ir a toda mecha, yo recomiendo mi tecnología de tablas huecas FlamaClassic, que son algo más pesadas pero que suavizan el ride de forma alucinante. Si lo que te va es un surf más progresivo o high performance, entonces sería FlamaEvolve, que ofrece pesos y prestaciones muy parecidos al PU. E incluso si estás aprendiendo o buscas una softboard que tan de moda están ahora, tienes la alternativa FlamaCorkEvolve, que están hechas con corcho natural.
Leyendo tu historia, ¿crees que más fabricantes se sumarán al «camino ecológico» o, tristemente, este tipo de iniciativas en lo referente a la producción de tablas de surf es algo anecdótico y minotirario?
Siempre digo que las empresas se volverán más ecológicas no por convicción, sino por una simple necesidad económica. A medida que la energía o los materiales de orígen fósil escaseen y se encarezcan, no habrá más remedio que buscar alternativas. Contaminar acabará siendo más caro.
Como todo, suponemos que el desarrollo de vuestras tablas también tenga aspectos mejorables. De cara al futuro, ¿cómo te gustaría evolucionar? ¿Más ligereza? ¿Tablas más precisas o con mejor respuesta?...
Estoy convencido de que con mi tecnología FlamaEvolve y FlamaCorkEvolve, factores como el flex, la torsión y el “rebote” o pop, pueden conseguirse resultados muy parecidos a las tablas de PU o epoxy. De momento el feedback es súper positivo, pero me gustaría estudiarlo más a fondo. Aunque me pregunto: ¿cuántos fabricantes de tablas lo han estudiado científicamente? Históricamente la industria de las tablas ha basado su evolución en el prehistórico método de “prueba y error”, con test riders que dan su opinión personal. Aunque esos test riders son atletas y el 90% de los surfistas somos unos paquetes… ¡Marketing al poder!
Tengo un personaje muy a mano, Alejandro H.Maker, que se ha propuesto meter un poco de ciencia en esto de las tablas. ¡Por fin! A ver si podemos sacar conclusiones y arrojar algo de objetividad al tema.
Suponemos que el siguiente paso es ir afianzándote en el mercado europeo y español. ¿Cómo valoras la presencia de Flama en tiendas y países? ¿Alguno que responda especialmente bien o sea más reacio que otros? ¿Consideras tu producción algo a tener en cuenta con respecto a otras marcas nacionales?
Hace tiempo que rechacé la opción de ampliar mi producción y crecer como empresa. También he rechazado ofertas de inversores. Lo mío es innovar e inventar, y no me veo gestionando una empresa lejos del serrín y del polvo. Prefiero seguir haciendo tablas personalizadas y que se me conozca por la calidad de lo que hago. Así que de momento casi no hago tablas de stock y trabajo muy poco con tiendas.
Si he sobrivivido todo este tiempo ha sido gracias a que vendo tablas fuera de España. Parece que los nórdicos aprecian más la artesanía, la madera y la ecología, y sobre todo están dispuestos a pagar por ello. ¡Y que conste que mis tablas valen lo mismo que muchas de las tablas de marcas archiconocidas que se encuentran en las tiendas! Pero claro, no he sido shaper del año en la Surfer ni ningún pro las lleva…
Pues nada Sergi, ha sido un verdadero placer y esperamos, de corazón, que empiecen a proliferar más iniciativas como la tuya que vele por nuestro planeta. Enhorabuena de nuevo y si quieres despedirte diciendo algunas palabras… Es tu turno.
Para aquellos que os interese el tema de la madera y de las alternativas en esto de las tablas, hemos organizado el European Wooden Surfboard Meet el próximo 25 y 26 de Agosto en la playa de Berria, Cantabria. En Australia se han celebrado ya 9 ediciones y pensábamos que ya era hora de hacer uno en Europa. Se trata de un encuentro no comercial y totalmente informal, dirigido a gente de mente abierta con ganas de compartir experiencias y conocimientos alrededor de las tablas de madera. Un encuentro en beneficio del bien común, hecho por y para personas con conciencia medioambiental, que creen que un mundo mejor es posible.
Salud y olas!