Dar a cada objeto una identidad única es uno de los mayores retos de un diseñador.
1. Por qué / Cómo empiezas a sentir interés por el diseño de producto
Ya desde niño me gustaba el dibujo. Más adelante, en educación secundaria, sentía una gran interés por la geometría y el dibujo técnico así que cuando uno empezaba a pensar que quería estudiar después mi primera idea fue arquitectura.
En bachillerato descubrí que existía el diseño de producto, era un mundo muy parecido a la arquitectura por el sentido creativo y técnico pero era algo nuevo para mí y a la vez me parecía un mundo más accesible y diverso. Entonces tuve claro lo que quería hacer.
2. Quién ha sido una influencia para ti
No tengo un referente único. Todos mis profesores de Elisava que me eseñaron y ayudaron a desarrollar un estilo y una manera de pensar y muchos diseñadores que tienen en cuenta el proceso y la historia que hay detrás de los objetos.
3. Qué conceptos, formas, objetos te resultan más interesantes a la hora de ponerte a trabajar
Siempre tiendo a buscar formas simples pero que a la vez logren transmitir y plasmar la esencia de cada objeto. No tengo preferencia por el tipo de objeto, cada proyecto es un mundo nuevo y distinto al anterior y esa es una de las cosas más atractivas de esta profesión. Dar a cada objeto una identidad única es uno de los mayores retos de un diseñador.
4. Qué intentas expresar a través de ellos
Cuando estaba en la universidad empecé a descubrir esa rama del diseño que se acerca más al arte y trata de expresar ideas y conceptos mediante los objetos. Entonces con mi trabajo “Areniscos” empecé a usar este método plasmando mi pasión por el mar y la naturaleza creando objetos que tuvieran la esencia de la naturaleza intrínseca.
Por otro lado también me interesa la parte del diseño de producto de objetos más cotidianos que se basa en la forma y la función para ayudar a las personas a mejorar su día a día.