¡Buenas Ceci! Como siempre que tenemos por aquí a alguien dedicado a la foto, nos gustaría que empezases contándonos cómo has comenzado en ese mundillo y cuál ha sido tu evolución hasta el día de hoy.
Hola buenas¡¡
Pues ahora que lo pienso casi llevo más tiempo con una cámara en las manos que sin ella. Empecé a hacer fotos a los 18 años a raíz de mis estudios de moda y no he parado, ni creo que lo haga nunca.
Mi pasión por la fotografía surgió de un modo muy orgánico, fue algo inconsciente, sentimental y nostálgico, una especie de necesidad de atesorar momentos para el recuerdo que fue creciendo sin muchas pretensiones. Nunca he querido “ser fotógrafa”, solo hacer fotos, y con el tiempo las oportunidades fueron llegando a mí de una manera natural, y creo que eso es lo más bonito.
Ahora la gente que quiere dedicarse a esto parte de una casi obsesión con el mundo de las RRSS, los likes, vivir de ello, ser reconocidos…en mi caso siempre fue más el ir creando un pequeño archivo de mi vida, de mis amigos y mis experiencias que con el tiempo se ha traducido en un modo de vida. Suena un poco a cliché pero vivo de hacer fotos, al mismo tiempo que hago fotos para vivir.
Cualquiera que conozca tu trabajo, verá que trabajas con marcas y publicaciones de primer nivel. ¿Cómo has logrado hacerte un hueco entre esa ‘élite’ y qué supone para ti poder colaborar con toda esa gente?
Las bodas me dieron la oportunidad de “profesionalizar” mi fotografía, y a partir de ahí en los últimos 9 años se fueron abriendo ante mi muchas puertas que ni en mis mejores sueños pensé que se abrirían. Trabajar para medios como VOGUE O LAMONO o para marcas domo DIOR, ZARA, RAEN… Son cosas que no te esperas cuando empiezas a hacer fotos. Siempre he sido una persona humilde que ha trabajado poniéndole a todo mucho amor y muchas ganas, desde el proyecto más grande al más pequeño.
Creo que la involucración y el factor humano son indispensables para cualquier cosa que te propongas, y la proactividad, es fundamental, nadie va a ir a llamarte a la puerta de tu casa.
Quizás antes notábamos en tu trabajo una mayor cercanía al mundo del surf. ¿Qué te unía a él y, sobre todo, qué te resultaba más interesante de ese contacto con la escena?
Para mi el surf (para el que soy más bien negada) más que como deporte me atrae por todo lo que genera a su alrededor, la vida en la playa, las horas mirando al mar, todo lo que sucede antes y después de cada baño, los buenos momentos, los viajes con amigos, la luz perfecta de un atardecer… En Asturias he compartido durante muchos años esos buenos momentos con mi mejor amigo Legi, y con mi expareja Edu de Monster Surfboards, y con otros buenos amigos como Robert, Cesar, Amar…
Salinas y Xago eran nuestro centro neurálgico, de una u otra manera mi mundo estaba mucho más vinculado a todo ese mundo, el festival de Longboard, las cervezas en La Luna, un shape room en mi garaje… jajajajajaja. Recuerdo esa época con muchísimo cariño¡¡
Moda, bodas, surf… Pese a que, a simple vista, se trate de ámbitos que no tengan nada que ver, ¿de qué manera un fotógrafo puede extraer lecciones de uno que poder aplicar en otro? ¿Existe un denominador común en la fotografía profesional al que poder referirse como la clave del éxito?
Antiguamente se solía menospreciar mucho a los fotógrafos de bodas, creo que gracias a Dios esto ha cambiado en los últimos años.
A día de hoy muchos de los mejores fotógrafos de moda, o de surf, o de casi cualquier disciplina hacen bodas y las tienen en sus webs. Puede parecer sencillo, pero durante 12 horas tienes que hacer fotografía de moda, paisajes, producto, decoración, fotoperiodismo, retratos…y sin posibilidad de fallo, las cosas solo suceden una vez.
Me parece una disciplina muy exigente y extremadamente técnica, que a mi me ha aportado una capacidad de resolución en tiempo record de cualquier situación, que me ha ayudado muchísimo en todos los otros campos.
Para mi sin duda esa es la clave del éxito, la flexibilidad, la capacidad de adaptación. Conseguir que tu fotografía no se limite a una disciplina, sino que seas capaz de crear un estilo personal, una manera de mirar, que tenga siempre algo de ti, da igual el tipo de fotografía que hagas.
Si echas la vista atrás, nos gustaría saber que añoras más de aquellos primeros años en Asturias, más vinculada al mundo del surf y, por el contrario, qué te ha ido aportando toda esta experiencia posterior en el mundo de la moda con los grandes nombres.
¿Con qué tipo de trabajo te sientes más identificada?
Con todo lo que rodea al surf tengo una relación un poco de amor/odio. Hay muchas cosas que me atraen, todo lo que tiene que ver con la esencia del surf, lo que te aporta a nivel personal, los buenos momentos, los viajes, las experiencias, pasarme horas en la playa haciendo fotos…
Y esos años en Asturias representan todo eso, el surf era la excusa, con Legi he hecho muchísimos viajes y hemos publicado en revistas en las que el seleccionaba directamente la foto, porque yo no tenía ni idea de cuál era el “momento bueno de la maniobra” jajajajaja para mí el surf como tal era lo de menos, lo guay eran las birras de después o el café caliente con las manos heladas en el TODOPAN de Salinas comentando lo mierda que había sido el baño…
Pero hay otros aspectos con los que tengo muchas contradicciones morales, especialmente a nivel comercial. Me molesta mucho la representación casi generalizada de la figura de la mujer en el mundo del surf, me molesta la poca visibilidad que tienen algunas mujeres artistas que están dentro de este sector, fotógrafas como Elisa Routa o Lena Sonríe, que transmiten con su trabajo toda esa esencia y esa manera de entender o vivir el surf y que apenas tienen unos pocos de seguidores, mientras que otros fotógrafos con mucha menos calidad técnica y sensibilidad, aparecen en todos lados y tienen miles de seguidores.
Honestamente, me cansé de cosas como estar haciendo fotos en la playa para una revista y que salieran tios del agua y me preguntaran ¿Qué le estás haciendo fotos a tu novio?
Nadie le preguntaría eso a un tio que está en la playa con un monopie y una cámara de 4000 € ¿verdad?
A nivel inspiracional es un sector que no me aportaba tanto como por ejemplo la moda o el cine que están en continua evolución, creo que es bastante hermético y que bebe de muy pocas influencias, por eso avanza tan lento en lo creativo, creo que ese es el motivo porque el que muchas marcas lo están pasando tan mal, hay poca autocrítica y con ello poca capacidad de evolución.
Aún hay algunas marcas que aún consiguen sorprenderme como en su momento pasó con las campañas de Insight, las colaboraciones artísticas de RVCA o los videos Globe ( El video ICE CREAM con Dion Agius me voló literalmente la cabeza).
Y también hay algunas personas haciendo cosas mucho más diversas e inspiradoras con el surf como hilo conductor como Kepa, o los chicos de DEFLOW, para los que Legi ha diseñado unas quillas con un fragmento de un poema de Las Flores del Mal. ¿Mezclar a Baudelaire con el surf? Por ahí vamos bien.
Pero por desgracia son las excepciones.
Ya que te tenemos tan a mano, ¿qué hay más allá de la Ceci ‘fotográfica’ que conocemos? ¿Algún interés, pasión, que te marque a pesar de haber trascendido menos que tus imágenes?
Pues si te digo la verdad casi todas mis pasiones, siempre acaban interconectándose de una u otra manera con la fotografía. Me apasiona la moda, me veo todos los desfiles de las Fashion Weeks e imagino en mi cabeza como serían las historias que fotografiaría si pudiera acceder a esas prendas, no quiero poseerlas, solo fotografiarlas, hacer que me pertenezcan mediante la imagen.
Me apasiona viajar, pero no puedo hacerlo desde un lugar estático, siempre mis viajes van ligados a cosas que me interesa fotografiar, historias que contar.
Y si necesitas algo más terrenal, en la cuarentena me he enganchado a hacer Sudokus….jajaajajja LAMENTABLE¡¡
Retomando la diversidad de tu trabajo (bodas, moda, surf…), ¿crees que hay algún sector que cuide mejor la figura del fotógrafo? Te lo preguntamos porque, hablando con algún otro colega, dejaba claro que un mundo de imágenes no implica necesariamente que se valore en su justa medida a quienes las producen.
En mi caso soy muy afortunada porque es la gente la que llega a mi trabajo, ya sea por las RRSS, por recomendaciones, o porque son seguidores de lo que hago desde hace tiempo.
Que sean ellos los que lleguen a ti ya te posiciona en un lugar privilegiado. Son clientes que demandan lo que tú haces, y confían en ti plenamente, lo cual hace que te sientas valorada y respetada y eso te da un aporte extra de seguridad.
Pero es importante que tú te creas tu trabajo y lo defiendas, si tú no lo haces nadie lo hará. Puedo ser la persona más encantadora del planeta, pero si tengo que pararle los pies a un cliente y explicarle las cosas que no me gustan lo hago, por que eso es darte valor como profesional.
También te digo que todo esto es algo que te va dando la experiencia, cuando empecé ha habido algunas ocasiones donde no se me ha valorado, pero igual es porque yo tampoco lo hacía.
Según vas ganando confianza también aprendes a valorarte a ti y a tu trabajo.
Bueno Ceci, esperamos que todo siga saliendo adelante. O, por lo menos, ¡tan bien como todo lo que hemos visto de ti hasta ahora! 😉
¡Muchísimas gracias por tu tiempo y tus palabras!