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Otoño en Somo: Pablo Gutierrez

El Matador, que ejerce en la actualidad como director de ventas de Rip Curl Iberia, ha hecho un hueco en su apretada agenda y nos recibe en Somo a las puertas del otoño. Un texto de Txema Sainz-Maza.
Fotografía de Jose Gomez

Con un amplio palmarés a sus espaldas, bicampeón de Europa Open (2001 y 2011), bicampeón de Europa Junior (2000 y 2001) y primer surfista español de la historia en participar en el Pipeline Masters (2004 y 2005), Pablo Gutiérrez es una de las figuras más reconocidas del surf cántabro.

¿Cúando comenzaste a coger olas? He oído que lo tuyo era el fútbol.

 Empecé con 9 años junto con mi hermano mayor, Pedro —que en la actualidad gestiona la Federación Cántabra de Surf—. Nosotros venimos de una familia convencional de Santander, sin ninguna relación especial con el mar más allá de vivir junto a él desde siempre. Como éramos asmáticos y nos sentaba bien pasar tiempo en el agua, nuestros padres nos habían comprado el verano anterior unos paipos para que jugásemos en la playa; nos encantó coger olas desde el principio.

 

En aquel entonces yo jugaba al fútbol en el Bansander y se me daba bastante bien, así que mi abuelo, para animarme, me daba 100 pesetas por gol. Estuve ahorrando todo el año y, junto con el dinero que recibí por mi primera comunión, pude comprarme mi primera tabla de surf. Una vez que la tuve, fui dejando poco a poco el fútbol y aquí sigo desde entonces.

 

Después de tantos años, ¿qué consideras que es el surf para ti?

El surf para mí lo es todo, mi vida entera gira en torno a este deporte. Cuando competía, era mi trabajo, y ahora que soy director de ventas de Rip Curl para España y Portugal, lo sigue siendo. Mi mujer y mis hijos también surfean, por supuesto (risas), por lo que el surf ocupa una porción importante tanto de mi tiempo de trabajo como del de ocio. Esta misma mañana he estado cogiendo olas aquí en Somo.

 

¿Con qué tabla bajas a la playa actualmente?

 Con una Full&Cas PLAY de Epoxi, una 5’7” de 24,5 litros de volumen. Funciona muy bien en Somo y me gusta porque es una tabla bastante versátil.

 

¿Cuáles son tus spots favoritos?

En Cantabria, Santa Marina y El Brusco, creo que muchos surfers locales estarán de acuerdo conmigo. Aunque la verdad es que en nuestra región tenemos la suerte de contar con una gran cantidad de olas increíbles. Cuando firmé mi primer contrato como profesional a los 18 años, me vine a vivir a Somo; esta playa es una maravilla casi todos los días del año. Creo que, al final, lo mejor es tener variedad: tubos de derechas e izquieras en El Brusco, olas grandes en Santa Marina… Un poco de todo.

 

Del resto del mundo, puedo mencionar Pipeline, donde fui el primer español en competir. Y te respondería también que muchos otros lugares en Hawái, Hollow Trees en las islas Mentawai… Es difícil escoger.

Fotografía de Jose Gomez

 

Desde 2017 tienes una estrella en el “Paseo de las estrellas del surf” en Somo, el cual además estrenaste. ¿Qué se siente al pasar cada día y ver tu nombre ahí?

Este homenaje fue algo muy bonito, al igual que saber que mi estrella sería la primera. Es un gran orgullo y creo que siempre es una suerte recibir tanto cariño en tu propia casa. Cada vez que vamos por el paseo, mi hija se dedica a intentar limpiar la arena. (Risas)

 

Te diré que me daba un poco de cosa cuando el único nombre que había ahí era el mío; ahora que están los de Laura, Aritz, Pioneros.., ya me siento mejor. Es una idea fantástica y espero que pronto se unan muchas más estrellas, incluyendo las de surfistas internacionales que han pasado por aquí.

 

Dejaste tu carrera de surfista para seguir vinculado profesionalmente a este mundo a través de tu trabajo en Rip Curl. ¿Cómo ha cambiado esto tu relación con la competición? ¿Echas algo de menos o simplemente has adquirido otra perspectiva?

 A decir verdad, no lo echo de menos. En 2011 fui otra vez campeón de Europa y estaba entusiasmado, pero ya tenía un hijo pequeño y más de 30 años, así que pensé que era un buen momento para dejar ese mundo. Nunca lo vi como una renuncia: pude retirarme siendo campeón y empezar una carrera como comercial en Rip Curl.

 

Quizá hubiera alargado algo más esa etapa profesional si no hubiese tenido a mi hijo, no lo sé. En aquel momento, yo tenía claro que quería tener más estabilidad laboral y construir una carrera que estuviera ligada al surf, pero fuera del agua. No es fácil dejar a un lado tu ego, y hubo quien me dijo que estaba loco; sin embargo, sé que fue la decisión correcta. El apoyo incondicional de Paula, mi mujer, resultó esencial para decidirme a dar ese paso.

 

Pienso que he sabido pasar página, y lo cierto es que me ha ido muy bien. En Rip Curl pasé de comercial a director de España, ahora de Iberia, y cada vez voy aprendiendo más sobre el sector e involucrándome en más proyectos. A día de hoy, con 40, me encanta ver los campeonatos y apoyar a los chavales a través de la organización de eventos. Estoy bien observándolo todo desde el otro lado.

 

El surf el ahora deporte olímpico y hay opiniones encontradas. ¿Qué opinas tú? ¿Lo habéis notado en Rip Curl?

 Yo creo que abre nuevas puertas a nivel profesional, ya que pueden establecerse federaciones mas sólidas que ayuden a los surfers, sobre todo a la hora de ganar apoyos para progresar en sus carreras. A mi edad vivíamos solo de espónsors privados porque en Cantabria no había ayudas públicas para profesionales del surf. Que sea deporte olímpico facilitará que existan becas y programas específicos.

 

Sé que hay personas que defienden que el surf es ante todo una manera de vivir, y lo entiendo, pero el mundo siempre está cambiando y hay espacio para todo. Sin ir más lejos, hace 50 años se creó el circuito mundial y hoy en día vemos la competición como algo normal.

 

En Rip Curl no hemos notado un gran aumento de las ventas por las Olimpiadas. Sin embargo, el perfil de nuestros clientes está comenzando a cambiar. Los deportes acuáticos están de moda, cada vez más gente invierte dinero en material para practicarlos, y muchas personas de mediana edad está animándose a surfear. Es un fenómeno que llevamos viendo más de 15 años, y en el último par el crecimiento ha sido brutal. Creo que convertir el surf en disciplina olímpica alimenta esta tendencia, le da al deporte un aura de mayor profesionalidad.

 

Volviendo a lo personal, ¿podrías contarnos tu mejor y peor momento sobre una tabla?

El peor, un día que entré con otros surfers de Rip Curl en Rockpiles, en Hawái. El mar estaba enorme, 5 o 6 metros, no había nadie. Pensé que la primera ola de la serie era perfecta, le di mucha caña, pero no me llevó. Logré coger la segunda, pero al bajar se me clavó la punta y me quedé atrapado en la zona de impacto. Se me rompió la tabla, pasé por todas las rocas… Cuando por fin conseguí llegar a la playa, me quedé media hora sentado en la orilla con un gran susto.

 

Es más difícil decidir cuál ha sido el mejor momento, porque ha habido muchos muy buenos. Puede que sea el tubo de Hollow Trees, en Mentawai. Recuerdo aquel atardecer, en el agua con mis amigos del tour, sabiendo que me estaban sacando fotos y que sería portada. Fue un dia perfecto.

 

¿Cuáles son tus referentes?

 Con el tiempo vas cambiando de refentes. Uno importante a nivel de surfing, y además buena persona y un gran deportista, es Mick Fanning. Mucha gente lo admira por su forma de ser y su actitud con el resto de competidores. Todo lo que ha pasado en su vida lo ha hecho más fuerte. Es una persona con una gran capacidad de superación, algo que resulta muy motivador y un ejemplo para todos.

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Txema Sainz-Maza

Txema Sainz-Maza

Crecí en la playa y tengo fobia a pasar demasiado tiempo lejos del mar. El agua del Cantábrico me encanta hasta en invierno

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