El mundo del surf anda conmocionado con la ruptura matrimonial entre Italo y Billabong, su esponsor de toda la vida.
Bueno, lo cierto es que acabamos de soltar dos mentiras en una misma frase dado que, para empezar, antes de Billabong Italo había estao Oakley (el matrimonio entre Billabong e Italo ‘apenas’ ha durado 7 años) con lo cual este binomio surfer-marca no es ‘de siempre’. Y para continuar, hoy en día ya nadie se sorprende ante cualquier cambio de sponsor ‘rotundo’.
Con respecto a este último punto, en la actualidad a ninguno nos explotala cabeza si tal surfista ficha por cual marca o dicha relación se interrumpe. Rupturas icónicas como Kelly-Quik, Dane-Quik, Taj-Billabong o, en su día, John John-O’neill o Bruce-Volcom, nos ha curado de espanto haciéndonos ver que los tiempos cambian y no hay amor quecien años dure.
Tal vez ahora los surfistas sean menos corporativos que en épocas precedentes en que abundaban ejemplos de idilios ‘eternos’ como Occy-Billabong, Tom Carroll-Quik e incluso Cory Lopez-O’Neill. O quizás sean las propias marcas las que, a causa de ser absorbidas por mega fondos de inversión, han perdido cierta esencia y capacidad de empatía personal. ¿Quién sabe? Lo cierto es que, a excepción de Fanning-Rip Curl y Parko-Billabong, ningún cambio nos sorprendería en los tiempos que corren. Tal vez Medina-Rip Curl fuese más sonado que el caso de Italo. Y, por supuesto, en lo referente a las nuevas generaciones, parece triunfar el amor libre y el cambio de ‘sticker’ mucho más a la ligera de lo que venía siendo en generaciones previas.
Por otra parte está la imagen del surfista-competidor actual. Una imagen mucho más cercana al atleta profesional de cualquier otra disciplina deportiva de la que se podía ver hace años y, por tanto, más acorde con una mayor diversidad de marcas -dentro y fuera del surf- con una esencia o identidad corporativa no tan marcada. En base a esto Italo bien podría lucir stickers como el de Hurley o Red Bull sin que a nadie le sorprendiese. ¡Atrás parecen haber quedado los tiempos segmetandos en que el surfista ‘Punk’ nada tenía que hacer fuera de …Lost o Volcom!
Hoy todo fluctúa más al ser mucho más abierto y, quizás, diluído. ¿Por qué no decirlo?
Otro punto que aún está en el aire es el relativo a quién ha llevado la voz cantante en el divorcio.
¿Habrá sido Billabong, en base al apego que parece venir mostrando con respecto a una imagen más ‘heritage – core’ (véase Jai Glindeman, Creed, Liam O’Brien, Ewing…)?
¿Tal vez el ‘climax’ alcanzado por Ferreira tras su título y oro olímpico, y posterior ‘bajón’, ha hecho que la marca ya considera el asunto ‘trabajo terminado’?
¿O quizás Italo ha preferido dejar la puerta abierta ante posibles nuevos amantes en medio de una pista de baile más diversa que nunca, con marcas de bebida energética, cerveza, cremas, automóvil, telefonía, inmobiliarias…. Y un largo etcétera que se pirran por atletas del surf?
Lo cierto es que el tono empleado por ambas partes parece amistoso y no habrá lugar a reyertas feas tras la ruptura, lo cual siempre hace que una despedida resulte más cordial y elegante.
Por ahora toca esperar para ver qué nueva cara brasileira nos presenta Billabong, pues dada la relevancia de este mercado en los últimos años es de extrañar que la marca no busque un nuevo ‘icono’ carioca.
Y, sobre todo, qué nuevo idilio conquista el corazón* de Italo para ganarse un hueco especial en su ya saturada tabla (11 esponsors).
*Cuando decimos corazón, queremos decir ‘nose’, que ya se sabe que en los asuntos del corazón donde entran en juego los negocios, a veces es precisamente corazón lo que falta 😉