Después de interminables horas mirando previsiones, vientos, marejadas, mapas y pensando el lugar más oportuno amanecimos allí.
Es complicado tener que esperar durante meses para poder estar en el momento justo en el lugar adecuado. Pero, más complicado es aún creer que vas a poder estar en ese momento y no poder estar.
A veces, el destino te impide vivir esos momentos tan escasos y tan preciados.Sin embargo, al no vivirlos uno aprende a valorar lo que ve, a disfrutar de sus amigos viendo lo que hacen, a ver las olas irse solas y pensar que podría estar ahí, y a conocer mejor los picos que tan pocas veces ve desde fuera.
Aprende una nueva manera de disfrutar del mar.
El surf está de moda, pero sus sensaciones no.