El Pakea Bizkaia continúa rumbo hacia el sur tras la exitosa operación de auxilio realizada al Cheminées Poujoulat del suizo Bernard Stamm el pasado miércoles 9 de enero. Se encuentran a 160 millas de la isla 25 de mayo de las Islas antárticas Shetland del Sur. En principio, la tripulación tiene previsto arribar mañana a este lugar en el que se encuentra la base científica argentina Carlini. Allí entablarán contacto con los científicos para recabar información acerca de la biodiversidad marina de la Antártida y establecer el plan para los próximos días. “El trayecto y la planificación para estos próximos días lo va a marcar la meteorología. Ella es quien manda aquí abajo. Depende del viento, de la mar, de la cantidad y grosor del hielo que nos encontremos. Lo único seguro es que decidiremos cada día nuestro próximo destino en función de las condiciones.
Es la única forma posible y la más coherente de navegar por estas latitudes.”, indica Unai BaSurko, patrón del Pakea Bizkaia, acerca de la navegación a seguir.
Navegan a 3 grados, 0 grados en el agua, con viento del nordeste de 25-30 nudos y delante de una fuerte borrasca, a tan solo 60 millas al este de ella. Basurko afirma que han navegado rápido para situarse delante, ya que ha creado un gran temporal. Esta es una zona de navegación complicada, pasado el Cabo de Hornos, ahora cruzan el paso de Draque, el tramo de mar que separa América del Sur de la Antártida.
El Pakea Bizkaia recorrerá las Islas Shetland del Sur, y buscarán la ola de Acero, esperando a que se den las condiciones adecuadas. El Surfista Kepa Acero afirma que está “muy emocionado” y con mucha ilusión de surfear en la Antártida. “En el barco hay un ambiente muy familiar, es un privilegio ser parte de la tripulación”, destaca Acero.
El patrón del Pakea Bizkaia afirma que el objetivo, si el hielo lo permite, es seguir bajando hacia el sur, concretamente hasta el grado 65.
Auxilio Bernard Stamm
Respecto a la operación de auxilio realizada al Cheminées Poujoulat, la tripulación del Pakea Bizkaia preparó unas lentejas, café y le dio fruta, así como dos botellas de vino de Luis Cañas al navegante para que recobrara parte de la fuerza perdida. “No hay mayor agonía para un navegante solitario que no ser capaz de generar energía, ya que esto supone horas y horas al timón; sueño, cansancio, limitaciones de la comunicación y de todos los sistemas que hacen la navegación un poco menos difícil. Bernard venía sufriendo todo esto desde muchos días atrás, y su aspecto así lo afirmaba. Pero su preparación, y su actitud son las de un superviviente, y así fue”, comenta Unai Basurko. El suizo, que participaba en la Vendée Globe, tenía problemas para generar energía a bordo debido a la pérdida de su hidrogenerador el pasado domingo 6 de enero, por ello, requería de asistencia en la mar a su paso por el Cabo de Hornos. Tras recibir la ayuda de la tripulación del Pakea Bizkaia comunicó a la organización de la Vendée Globe su retirada de la regata y ambos veleros continuaron cada cual con su camino, el Cheminées hacia Les Sables d’Olonne y el Pakea Bizkaia hacia el sur.
