“Ya hemos llegado hasta casi los 65 grados. Mañana, sábado, emprenderemos la vuelta”, confirma Unai Basurko desde el Pakea Bizkaia. “La Península Antártica era uno de los objetivos de la expedición. Estamos muy satisfechos. Pero lo bueno de una expedición es lo que va surgiendo entre objetivo y objetivo. Pronto estaremos de camino a casa. Nos esperan más de 7.000 millas”. La tripulación del Pakea Bizkaia ha llegado a la meta de su tercera expedición: la Península Antártica. El velero partió de Bilbao el pasado 7 de octubre. Han sido más de 7.000 millas de navegación y más de tres meses, en los que han difundido su proyecto socio-educativo de sensibilización medioambiental en todos los lugares en los que han arribado. También han hecho frente al sofocante calor durante el cruce del Atlántico y han estrechado lazos con la diáspora vasca en Argentina. De las altas temperaturas pasaron al frío helador de las latitudes antárticas. Y de la mano del frío vino el empeoramiento de las condiciones de navegación: el Pakea Bizkaia ha tenido que esquivar icebergs y capear temporales de lluvia y viento propios de los siempre complicados mares del sur.
También ha habido lugar para la solidaridad, ya que, en Cabo de Hornos, el Pakea Bizkaia no dudó en prestar ayuda al navegante suizo Bernard Stamm, ex contrincante y amigo de Unai Basurko, que se encontraba en apuros mientras participaba en la durísima competición Vendée Globe (vuelta al mundo sin asistencia y sin escalas).
Este sábado, día 26, prevén comenzar el camino de vuelta. “Nos esperan unos tres días de navegación en los que volveremos a cruzar el paso de Drake y el Cabo de Hornos. Esperamos llegar a Ushuaia entre el día 31 de enero y el día 1 de febrero”, señala el capitán del Pakea Bizkaia.
En esta ciudad argentina les espera el segundo y último cambio de tripulación. Los seis nuevos tripulantes, junto con Unai Basurko y Gonzalo Terceño, primer y segundo capitán, respectivamente, realizarán el camino de vuelta a casa. Durante la travesía de regreso, a mediados de febrero, harán una parada en Montevideo, capital de Uruguay. Glaciares y volcanes mezclados entre una bahía y el mar. Durante esta semana, el Pakea Bizkaia ha recorrido unas 100 millas marinas, en las que ha visitado varias islas y canales. Desde que salieron de Isla Decepción el pasado día 18, han navegado por Isla Trinidad, pasando por Canal Gerlache y el Canal Herrera, hasta fondear en la base argentina Brown, en la Península Antártica. “La salida de Isla Decepción fue muy emotiva, ya que la tripulación celebró el paso por el estrecho acantilado que conforma la salida. Se les llama Fuelles de Neptuno debido al viento encañonado que se suele producir en esta zona”, explica Basurko. Por popa dejaban uno de los ecosistemas más peculiares del planeta, donde volcanes se mezclan con glaciares, entre una bahía y el mar.
Desde allí iniciaron una navegación de unas 100 millas pasando por Isla Trinidad hasta llegar por el Canal de Gerlache. “Se trata de una zona plagada de hielos flotantes con las más diferentes formas y colores, y se aconseja navegar a velocidades de máximo 3 nudos, para poder esquivarlos con la embarcación”, advierte el patrón del barco. En el Canal Herrera, el Pakea Bizkaia fondeó entre hielos. En este punto, en latitud Sur de 64 grados y 30 minutos, los tripulantes celebraron la llegada a la Península Antártica. El Pakea Bizkaia, continuó navegando, hasta alcanzar casi los 65 grados. Kepa Acero: “No he cogido ninguna ola pero este baño no lo olvidaré en mi vida”.
Entretanto, Kepa Acero, que acaba de ganar el galardón Aventurero del Año 2012 otorgado por el canal europeo Epic TV, acompañado por otros miembros de la tripulación, ha estado intentando conseguir surfear una ola en el Océano Antártico, pero hasta ahora el mar no ha querido colaborar al no encontrar oleaje suficiente. Aun así, Acero se echó al agua y pudo remar mientras montones de pingüinos barbijo lo rodeaban para subirse a un glaciar. “No he cogido ninguna ola pero este baño no lo olvidaré en mi vida. Es como tener una relación íntima con la naturaleza”, afirmaba Kepa Acero en un vídeo en el que se puede ver su inmersión. “Estar allí con los pingüinos…Al principio desconfiaban, pero se fueron acercando y al final daban vueltas a mi alrededor, como si quisieran que saltara con ellos. Muy buena gente. Pescan, se sientan en la punta del iceberg y pasan de todo”, decía Kepa Acero. La aventura continúa. Kepa Acero y el Pakea Bizkaia seguirán buscando la ola.
Un comentario
Si habia tanto viento y mar, como es posible que no pillara ni una misera espuma en algun lado? No lo entiendo… Igualmente, ¡buena Kepa!