Carlos Toledo, tengo 42 años, vivo actualmente en Barcelona, aunque estoy constantemente viajando, y más después de la pandemia, así que muy contento.
Vengo del campo del diseño, de diseño gráfico, diseño de interiores, diseño de producto, toque las 3 ramas, aunque sin quererlo acabe siendo ilustrador, cosa que me hace muy feliz, lo otro creo que es demasiado académico.
Mi relación con el dibujo empieza desde muy chiquitín. Ya en clase me gustaba pintar, en cualquier superficie, a mis padres los tenia fritos.
Si que es cierto, que con menso edad, dibujaba en casa, porque si, pero cuando ya fui adolescente, dibujaba en clase para evadirme de la realidad. Eso es que lo quizá me hace mas feliz de este trabajo, ese momento que te pones a dibujar, te metes en tu burbuja, nada alrededor tuyo te molesta y en el papel todo vale.
Durante 5 años dejé de dibujar y haciendo una mudanza me encontré con mis famosos dibujos de la facultad mientras decidía que tiraba y me dio lastimas, no del hecho de no dibujar, si no el hecho de conexión con uno mismo. Instagram acababa de salir y la gente colgaba fotos y decidí colgar mis dibujos y ahi empezó todo.
Ando liado con varios proyectos. Ahora mismo estoy con Electrodomésticos Milar, con Miquel Rius (papelería) y he sacado un libro con Planeta.
A nivel de proyectos personales, estoy desarrollando el consultorio ilustrado, que trabajaré con el con stories de IG, contestaré a gente con ilustraciones.
Y como traca final, saco mi primera serie de animación, que se llama “Sketchup” que es un tomate que muere en todos los capítulos. Tatuando mucho y con algo de moda, de lo cual no puedo decir mucho.
Soy un amante del surf, aunque no lo practico, es muy fuerte.
Me gusta mucho patinar, voy mucho a la Mar Bella a patinar, sobre todo el skate clásico, el del soul, algún turquino hago, pero ya no estoy para dar tantos brincos.
El snow me encanta, con el surf he sido autodidacta toda mi vida y he tenido malas experiencias, llegar al pico sin brazos, estar en el sitio no adecuado… me estresé mucho, pero ojo! con un “corcovan” me lo paso de purísima madre, pero no lo considero surf.
Y el proyecto con Shelter (Aritz), nace de la colaboración con la ONG de Almudena Fernández (Kind Surf), ahí conozco a Aritz y me confiesa que le encanta mi trabajo y quiere vincular su marca con lo mío.
Me habla del proyecto de Shelter Surf Bar y de la Escuela que abrió en Zarautz y acabe haciendo un mural. Todo nace de mi amistad con él, la verdad que Aritz es una persona un poco introvertida, pero tiene un corazón enorme y me abrió las puertas, así que encantado de colaborar con algo que tiene relación con el surf y el skate.
Como en casa en ningún lado. A veces me gusta salir de mi zona de confort, me voy a un parque… o cuando estoy de viaje, no me queda otra.
La gran parte del dibujo es llegar a él mentalmente. La cabeza manda una idea y la veas dibujada.
Cuando me viene una idea, me la apunto en el móvil o en el brazo, aun sigo con cosas de adolescentes. Peor al final, siempre hay herramientas para acabar de definir el dibujo… bares, un sitio que también me gustan mucho.
Me quedan muchos, tengo mucha curiosidad en conocer Madagascar, Asia… lo más al este que he ido ha sido Turquía. En EEUU, Centro America y Sud America sí que he estado.. y con quien , pues depende en cada caso.
Mi día perfecto empieza sin que suene el despertador. Si puede estar nublado, mejor, no así los lluviosos, aunque cuando he estado en países dónde normalmente está nublado, acabo rayándome.
Teniendo una muy buena idea, comiendo muy bien, echarme una siesta y después ir a patinar y volver a casa a cenar. Sentarme a dibujar hasta las 4 o 5 de la madrugada, soy un buco para trabajar… es cuando siento que nadie me va a molestar, que al final no es así… la tranquilidad de la noche hace que me sumerja en mi trabajo… y acabar metiéndome en la cama, sin ruidos… y hasta el día siguiente, que me vuelvo a despertar, sin despertador!