El surfista Andy Irons, tres veces campeón del mundo, luchó en silencio durante toda su vida contra el trastorno bipolar y la adicción a los opiáceos, demonios que millones de personas combaten a diario. Su historia, nunca antes contada, derriba los mitos asociados a estas enfermedades. Andy es conocido por su gran corazón, sus locuras, su generosidad, su amabilidad, su naturaleza ferozmente competitiva, su habilidad para el surf, su estilo puro y su poder creativo.