Andy Irons acababa de ganar tres títulos y estaba levantando un poco el pie del acelerador. Le fastidiaba que la película de Jack McCoy, Blue Horizon, lo presentara como un surfista de competición. Le gustaba el freesurfing tanto como a cualquiera. Para él, Trilogy era la oportunidad de demostrarlo. Su surf aquí es sólo otro ejemplo de por qué se le recuerda como uno de los mejores de todos los tiempos.