Hoy, recién llegada de Maldivas, se sienta con nosotros para hablarnos de su relación con el surf y de los proyectos que vienen.
¿Cómo fue tu primer contacto con el surf?
Empecé a entrar al agua a los 10 años sin saber muy bien lo que era este deporte; desde pequeña, siempre me ha gustado moverme y disfrutar en la naturaleza. Recuerdo que pasé casi todo ese verano en Playa de España, cerca de Gijón, subiéndome con mis primos en unos bodyboards que habíamos conseguido.
En septiembre, mi madre conoció en una playa cántabra a Raúl y Dani García y pensó que unas tablas de surf de iniciación serían un buen regalo para nosotros. Ellos le dijeron que las tablas no servirían de nada si no sabíamos usarlas, así que vinieron a Asturias para enseñárnoslas y nos dieron nuestra primera clase de surf en la Playa de Vega, a medio camino entre Santander y Gijón. Unos meses más tarde me apunté a clases de iniciación en una escuela de surf asturiana y, bueno, aquí estoy casi 15 años después.
¿Cómo ves tu futuro dentro del surf (si es que crees que estará en el surf)?
La verdad es que no me veo dando clases de surf, como hace mucha gente, pero nunca se sabe. (Risas)
Terminé mis estudios de ADE el año pasado y creo que, una vez que termine mi carrera como deportista profesional, querría trabajar en algo relacionado con este deporte, quizá de la mano de alguna marca. En todo caso, aún no tengo nada muy bien pensado.
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta del surf profesional?
Lo que menos me gusta ahora mismo es la forma en que ha evolucionado el circuito. El QS cambió tras el confinamiento. Ahora solo puedes surfear en regiones concretas, no te permite viajar como antes y elegir en cada momento los campeonatos que más te apetezcan. Como resultado, hay menos pruebas, acabas cogiendo olas de peor calidad y no puedes obtener puntuaciones tan buenas. Espero que pronto cambie de nuevo.
Lo que más me gusta es precisamente la oportunidad de viajar, conocer a gente nueva y experimentar ese intercambio cultural tan enriquecedor que siempre me ha enamorado. El surf te permite hacer muchos amigos en todos los rincones del mundo.
¿Cómo ves la evolución del surf femenino en España?
Las surfers de mi época (Ariana, Ainara, Leticia… ) aún seguimos dando guerra. Después llegó una generación que se quedó bastante vacía, pero las cosas están mejorando mucho en los últimos años. De la actual generación, me encanta Janire González; tiene un surfing increíble. También me gusta mucho Lucía Machado, por ejemplo. En general, se ven cada vez más surfers con mucho nivel y espero que lleguen mucho más lejos que nosotras.
A veces bajo a la playa y veo más chicas que chicos en el agua, es genial. Todo ha cambiado mucho desde que yo empecé.
¿Tabla favorita? ¿Preferencias?
Casi cualquier cosa que haga David Santos, el shaper para Mayhem en Europa, que trabaja en el taller de Pukas. Nos llevamos muy bien y tengo la suerte de que mi espónsor, Tablas Surf Shop en Gijón, trabaja con ellos, por lo que mi quiver siempre está a punto. Por lo demás, mencionaría la Lost Driver 2.0, porque la tengo en bastantes medidas distintas y me va bien en todas ellas.
¿Y tu ola favorita?
En casa, Xagó, donde cojo olas a diario. Y fuera, seguramente Lakey Peak, en Indonesia.
¿Podrías mencionar un referente en el mundo del surf?
Johanne Defay, porque la conocí compitiendo, he visto su evolución de cerca y ha trabajado mucho para mantenerse siempre con un nivel impresionante que se nota especialmente en estos últimos años. ¡Y además es mi amiga! (Risas)
Ya para terminar, ¿cuáles son tus planes para este 2022?
Tengo bastantes proyectos, muchos de ellos relacionados con viajes, redes sociales y free surfing. También quiero volver a competir en Europa a partir de Julio. Creo que va a ser un gran año.