¡Señor Miguel Blanco! ¡Un placer tenerte por aquí! Antes de entrar a fondo con el tema del surf, nos gustaría que nos contases cómo habéis vivido esta temporada en Portugal y en qué situación se halla el país ahora.
La cuarentena ha sido complicada para los surfistas que estamos acostumbrados a viajar continuamente. Estamos acostumbrados a un ritmo de vida frenético y de repente te encuentras con que tienes que quedarte en casa esperando, sin saber muy bien cuando volverá todo a la normalidad. He estado dos meses sin entrar al agua, pero he estado haciendo ejercicio en casa. También he podido entrenar otras cosas como la paciencia, he practicado yoga, andado en bici y me he tomado tiempo para mí mismo.
Miguel, eres el perfecto ejemplo de que una ola te puede cambiar la vida. Aunque te lo hayan preguntado mil veces… ¿Cómo recuerdas aquella sesión y, sobre todo, en concreto, aquel pedazo de olón en Nias? La visión dentro de ese barrel tiene que ser descomunal…
Era un mes con un buen swell en Indo y tuve la suerte de estar en el sitio y en el momento adecuado. No esperaba estar en la portada de Surfer con las palabaras this is life changing y en cierta manera si cambió un poco mi vida. Estaba entre la competición y el free surfing y decidí volcarme por completo en perseguir buenos sweels y centrarme en el free surfing. Recuerdo que había mucha gente y que llevaba una tabla demasiado corta para lo que estaba pasando, pero fue mi primera ola de la mañana y acabó siendo una de las mejores olas de mi vida.
Recuerdo coger la ola y pensar que no podía resbalarme. Cuando estaba en el bottom vi una pared vertical y decidí meterme en la cueva y ya sentí la velocidad y con ella salí disparado del tubo. Vi la cara de los demás surfistas y diciéndome que había sido increíble. Cogí un par de olas más ese día, pero nada parecido a esa primera ola.
¿Qué sentiste cuando te enteraste de que iba a ser portada de la Surfer? Es más, ¿qué experimentaste cuando la revista llegó, por fin, a tus manos?
Cuando me enseñaron la foto, todos estábamos de acuerdo que era un fotón pero nunca hubiese imaginado ser portada. Había muchos pros allí como Bily Kemper y no pensé que una de las mejores olas sería la mía. Un mes más tarde recibí un mensaje felicitándome por la portada y cuando ya la vi fue todo un subidón.
Siguiendo con el surf profesional… Un año sin ‘Tour’ ha de ser muy duro para todo surfista que aspire a correr el QS con vitas a clasificarse para el CT. ¿Qué crees que puede suponer para un ‘pro’ todo un año sin poder competir? Dado que, por ahora, no hay campeonatos, ¿has decidido explotar otras vías con el fin de mantener el apoyo de tus sponsors? ¡No gustaría conocer los planes de Miguel Blanco para estos próximos meses!
Siempre he pensado que un buen surfista tiene que ser bueno en todas las condiciones, tanto en olas grande como en olas pequeñas. Y lo mismo con las competiciones, un buen surfista tiene que adaptarse e intentar centrarse ahora en otros proyectos, rescatar contenido y sacar videos y trabajar las redes sociales. Pronto sacaré un edit que trata sobre mi invierno en Europa y la verdad que tiene muy buena pinta.
Por cierto, muchos surfistas afirman sin dudar que Portugal es el mejor lugar de Europa en cuanto a calidad y variedad de olas. ¿Estás de acuerdo? ¡Háblanos un poco acerca de cómo es surfear por tu zona!
No es porque yo sea portugués, pero tenemos muy buenas olas y para todos los gustos. Lo único malo es que el agua nunca está muy caliente, pero bueno eso también ayuda a ahuyentar masas.
Cuando vemos todos esos fotones en tubos, aéreos… O un rider viajando gracias al apoyo de sus sponsors, sólo nos quedamos con lo idílico de su situación y, a menudo, pasamos por alto el durísimo trabajo que hay detrás. ¿Qué factores consideras más importantes a la hora de poder llegar ahí arriba, donde sólo hay unos pocos elegidos?
Es verdad que la gente solo ve lo que hay en la superficie, pero por detrás hay muchísimo trabajo. Hay que estar siempre al 100% y necesitas estar al día con donde están entrando olas e intentar siempre mejorar e ir un paso por delante de los demás. Creo que lo importante es mejorar tu surfing y perseguir tus objetivos. Está claro que también necesitas apoyo de marcas y sponsors.
En tu caso, imaginamos que es esencial traer fotos y vídeos de cada viaje. ¿Cómo gestionas esa complicada labor? ¿Hay gente que te ayuda a organizarte, ya sabes: fotógrafos, filmers…?
Hay que intentar sacar el mejor contenido de cada viaje. Siempre viajo con un filmer porque últimamente trabajo más el video y por casualidad mi compañero de piso es uno jajaja. Si no solemos contratar a alguien de la zona a la que viajamos. Es importante viajar con gente buena, pero es más importante aún viajar con alguien que te guste como trabaja y si encima sois amigos pues aún mejor. A veces también viene algún fotógrafo con nosotros.
Hablando de sponsors, Rip Curl te concedió un ‘wildcard’ para participar en el contest de Supertubos. ¡Ha debido ser una experiencia increíble! ¡Cuéntanos cómo has vivido el CT desde dentro! ¿Qué ambiente se respira y, sobre todo, cómo es competir delante de tanta gente –tu gente-¿
Si, tuve mucha suerte de poder competir dos veces en Peniche el año pasado. Es una experiencia única poder competir con los mejores y que mejor que hacerlo en casa. También me quedó claro que el nivel está muy alto.
La verdad que ahora mismo no me veo compitiendo todo el año, viéndote obligado en ocasiones a surfear cuando la condiciones no son las mejores. Ahora mismo estoy más centrado en mis proyectos y en viajar. Aunque de vez en cuando competir y sentir esa chispa que la competición te ofrece me encanta.
Haciendo balance de todos tus viajes… ¿Cuáles han sido tus destinos favoritos? ¿Cuáles tienes pendientes de visitar en un futuro cercano? Y en cuanto a spots concretos, ¿con qué olas has flipao más?
El mejor viaje por ahora creo que fue el de Indo y no solo por la portada, tuvimos unas olas increíbles. Antes de eso estuvimos en Bali con Nic Von Rupp y con mi amigo y filmer Bruno Zanin e hicimos un edit increíble. Asique el surftrip completo fue genial.
Tengo pendientes algunas islas perdidas de Indonesia, Tahiti, Fiji, Panama, Nicaragua y un montón de sitios más. Primero prefiero evolucionar por Europa y visitar algo de nieve y algo de desierto que no os voy a desvelar aun exactamente dónde.
Las Redes Sociales se han convertido en una herramienta casi imprescindible para cualquier surfista profesional. En ellas, no sólo compartís vuestro talento sobre una tabla sino además vuestra imagen como persona. ¿Hasta qué punto las consideras importantes y cómo gestionas tu propio contenido? ¿Les dedicas mucho tiempo? Es más, ¿sigue siendo posible a día de hoy ser ‘pro’ sin ‘Insta’?
La verdad que me cuesta mucho postear todo lo que hago, no soy ese tipo de persona y me cuesta organizarme para postear continuamente. Más o menos me las arreglo, pero es verdad que consume mucho tiempo. Hay que ser estricto y saber que estás haciendo, comunicar lo que quieres y no perderte por las redes sociales. Hay que asumir los tiempos en los que vivimos y adaptarse. Es más fácil irte a surfear y dejar el móvil en casa, pero es parte del trabajo y hay que hacerlo.
¿Alguna otra pasión además del surf? ¿Qué hay tras esa otra faceta no-surfista de Miguel Blanco?
Sí, hay muchas cosas que me encantan además de surfear. Me gusta el snowboard, el skate y el yoga. Me encanta pasar tiempo con mis amigos y familia y me encanta cocinar. También me gusta mucho trabajar en mí mismo y estar mentalmente tranquilo y feliz. ¡Pero lo que más me gusta del mundo es surfear con mis amigos!
Bueno Miguel, te deseamos los mejor y esperamos verte pronto por aquí, con más olones, barrels y girazos, como a ti te gusta 😉