Como buen genio que es, no hay duda de que Dane Reynolds tiene una personalidad especial.
No entrena y tiene sobrepeso, pero se merienda a quien sea en el agua si le apetece. Tiene una gran familia, mucho dinero y tiempo libre, pero sus sus inseguridades le han hecho una persona infeliz durante mucho tiempo.
Ahora, fuera de toda carga competitiva y con un proyecto personal como Former entre manos, Dane parece haber recuperado la sonrisa, y eso es bueno para él y para el mundo del surfing en general.
En esta entrevista con la gente de Monster Children, el surfista de Ventura confiesa, entre otras cosas, odiar los postres, y el golf por culpa de Kelly Slater.