No salir de casa ha hecho que mis minutos en Instagram se hayan disparado. No soy muy de Netflix. Yo soy más de echarme en bucle a YouTube.

He llegado hasta este vídeo de la cadena NBC en la que entrevistan a Kolohe Andino de cara a los JJOO. Se acaba de anunciar que se aplaza la edición de 2020 y veremos a los atletas pelear por las medallas dentro de 12 meses. No bueno.

Aún así, mi opinión sigue siendo la misma: No me gusta que el surf sea deporte olímpico.

Y que no quiera a más gente en el pico no es la razón.

Ya solo viendo el rollito hawaiano que montan con la música y lo de las preguntas en unas mini tablas de surf de cartulina, me puede.

La primera pregunta es sobre cómo puntuar las mangas. Para cualquiera de fuera es muy sencillo: Se cuentan las 2 mejores olas que cojas, cada una sobre 10.

Pero Kolohe se enreda con cómo puntuar: maniobras críticas, tipo de giro… Justo todo lo que alguien de fuera no va a entender. Ve y explica a alguien cómo un snap hecho en la parte crítica de una ola de 2 metros puntúa menos que un floater en el final de una ola fofa.

Algo sencillo de ver para nosotros, pero oye, la gente de fuera verá que en el floater sube y baja de la ola. Debería de puntuar más!

Luego la pregunta de cómo empezaste. Seguimos con el estereotipo de hawaii aquí. Kolohe responde que su padre le puso en una tabla de niño, a lo que se escucha por detrás cómo alguien se impresiona al imaginarse tablas de 10 pies para un niño de 6 años. Genial equipo ese que no ha visto una tabla de 6 pies ni en fotos…

Kolohe reconoce que la gente va a fijarse en las caídas. Todos sabemos que los wipeouts llaman mucho la atención, pero poco riesgo veo yo cuando los JJOO van a tener lugar en un beachbreak japonés…

No quiero que una tabla de surf se convierta en el regalo de comunión. Se de muchas raquetas Babolat como la de Nadal que están olvidadas en un armario.

En fin. Después de ver este video, me temo que mis temores se van confirmando.

El surf olímpico va a traer mucha gente de fuera, que solo ven lo guay que es ponerse de pie en la tabla. Esa gente que solo ve el surf como una actividad más, igual que echar una partida de tenis o ir al gimnasio al aire libre.

Cierto es que puede dar un empuje a una industria muy tocada y a la que no le vendrá nada mal un poco de inversión.

Pero mi pensamiento viene por cosas como:

• Recuerdas cuando Alonso ganaba en la F1? Toda España nos volcamos con él. Tío, hasta Melendi le hizo una canción!
• Cuando un joven Nadal con 19 años conquistó Roland Garros con pantalones pirata, a todos nos caían raquetas de tenis de regalo familiar. Las escuelas de tenis han crecido en todas las ciudades desde entonces.
• La generación de Lorenzo y Pedrosa, seguidos por Márquez y Viñales ha creado una base de seguidores del Motociclismo que ni el gran Ángel Nieto imaginaba. El CEV en España es una referencia mundial.

Y esto sin ir a deportes que ya de por sí siguen grandes masas, como el fútbol o el basket. Ve y pregunta quién no recuerda el gol de Iniesta en el minuto 119 para darnos el Mundial.

No quiero que una tabla de surf se convierta en el regalo de comunión. Se de muchas raquetas Babolat como la de Nadal que están olvidadas en un armario.

Aunque nuestra industria bien podría aprovechar esa clientela, no me gusta que el surf se resuma a regalar una tabla por Navidad o por tu cumpleaños.

Si como a mi el surf te ha llegado de una manera más personal sabes a lo que me refiero.

Si bien te lo ha pasado alguien de tu familia o tu vecino.

Si has crecido cerca de la playa y te has llevado revolcones porque la tabla que te prestaron de iniciación era un pincho del momento.

Sabes a lo que me refiero. El surf es más que un deporte como el tenis.

Y no tengo nada en contra del tenis, de hecho juego casi todas las semanas.

Pero mi partida de los miércoles por la tarde es bien distinta a ir a buscar olas.

No me mal entendáis. No es que no quiera más gente surfeando. Al contrario, cómo iba a negar algo que a mi me ha dado y me sigue dando tanto?

Os invito a todos a que probéis el surf! Pero hacedlo de manera orgánica, en el océano.

Vive la experiencia de un buen revolcón. De que te pille la serie y te rompa en la cabeza.. Siéntete humillado cuando no puedas ni entrar por la corriente.

Echa horas en el coche buscando donde meterte, para acabar entrando donde empezaste. Descubre esa playa en Google Maps y ve a verla 3 veces hasta que te cuadren las condiciones buenas.

No es lo mismo regalar una raqueta que regalar una tabla de surf.

En definitiva: El surf no es para todos, pero está ahí para todos.

No lo mancillemos con tanta fachada.

Pero bueno, esta es mi opinión y ya se sabe que las opiniones son como los culos: cada uno tenemos uno.

Cual es la tuya? Dame tu punto de vista, porque este tema tiene mucha miga.