Los descubrimientos de olas son siempre emocionantes porque nunca se sabe qué se puede esperar; la imaginación y las dudas están siempre ahí. La apuesta dio sus frutos y encontraron la ola perfecta sin nadie alrededor, pero las tablas de surf nunca llegaron al destino...Sancho y Marc tuvieron que surfear con tablas prestadas, y la verdad es que no les fue nada mal...