Su manager, Andrei Malhado, declaraba a un periódico local que Ricardo «ha sufrido una hemorragia en el hígado, el bazo, el intestino y en la vena que lleva la sangre de vuelta al corazón. Una segunda operación ha detenido la hemorragia en la vena cava y se han necesitado 45 bolsas de sangre. Ha estado en la mesa de operaciones durante más de siete horas, y ha sido inducido a un coma».
Se van conociendo más datos sobre el cruel acontecimiento. Ricardo recibió los disparos después de hablar con el conductor de un automóvil estacionado fuera de casa de sus abuelos. Se cree que el conductor y los pasajeros estaban trapicheando con drogas y el surfista les pidió que se fueran. Uno de los hombres en el interior del coche, un policía fuera de servicio, le disparó en el estómago, el pecho y el hombro con una pistola de alto calibre.