ASP BWWT. Pico Alto, Peru. Quarter Finals, Heat 4. Cogí 2 olas y tan solo me puntuaron 1. La mediocre.
Mi primera ola ni fue puntuada ni fue retransmitida.
Al poco de empezar la manga hice un buen take off junto a Carlos Burle. Era la primera ola de una serie de muchas olas. Una bajada legítima para un campeonato de olas grandes. Acababa de empezar la manga bien, estaba contento, y me comí el resto de la serie (8 olas si no recuerdo mal) con el chaleco inflado y contento de haber empezado fuerte.
Remonté y cogí una segunda ola, algo mediocre para las condiciones del día, para completar la estrategia de; coger una bomba y asegurar una segunda ola. Tras la segunda ola (la que se vio en internet), tuve la sensación de haber hecho los deberes.
No cogí ninguna más en lo que quedó de manga.Desde el agua no se oye al comentarista y en ningún caso conoces la situación de la manga.
Llegar a tierra lleva tiempo porque la ola rompe a 1,5-2 kilómetros de la playa. Para cuando la moto me llevó a la arena, de la arena subí a la zona de competición, haber hecho una entrevista, cambiarme, chequear los resultados y decirle a Peter Mel que había habido un error, la segunda semifinal ya estaba en el agua. No había nada que hacer.
Por la noche hubo una reunión. Reconocieron que habían fallado. Se decidió que a partir de ahora siempre habrá una cámara fija grabando la zona del take off.
Y dijeron que aunque no podían hacer nada por mi, al menos había ayudado a mejorar el tour.
«Hard to swallow», como me decían con palmadita en la espalda. Pero una vez tragado me quedo con lo bueno. Ha sido un campeonato increíble. Las olas han estado a la altura y en el agua he alucinado. Ha sido la primera vez que surfeo en Peru, la primera vez que usaba el chaleco Patagonia inflable, primera vez que usaba la tabla de 10’00» de 12 kilos, y aún así me cogí una muy buena ola que la bautizaron como el «ghost ride». Ha merecido la pena.