La estabilidad atmosférica que domina en España desde inicios de diciembre parece que toca a su fin, al menos en la Península Ibérica y Baleares. Este fin de semana estamos asistiendo a un enfriamiento notable y las precipitaciones visitarán muchas regiones, de forma contundente sólo en el extremo Norte del país. Confiamos en que este cambio de tiempo abra la puerta a futuros temporales más importantes a lo largo del mes de enero.

En la animación superior se muestra la distribución del campo atmosférico en superficie entre mañana y el próximo martes. Podemos apreciar como una borrasca se moverá desde el Suroeste del Reino Unido hasta el Golfo de León.
Conforme se aproxime la borrasca al Cantábrico y posteriormente cruce al Mediterráneo, los vientos irán virando a componente Noroeste o Norte, trayendo a la Península, Baleares, Ceuta y Melilla una masa de aire más fría que la que actualmente nos envuelve. La intensidad de los vientos acrecentarán la sensación térmica de frío durante el fin de semana.

Las precipitaciones llegarán con el paso de los frentes asociados a dicha borrasca. Los lugares bañados por el Cantábrico recibirán lluvias con registros importantes. En el resto de lugares, las lluvias serán bastante más modestas, sobre todo al Sur y al Este. En el mar, como es lógico, la borrasca vendrá acompañada de olas, pero con periodos bajos y probablemente de muy poca calidad, excepto en lugares resguardados del viento y del mar desordenado.

Las Islas Baleares, una vez que la borrasca se sitúe en su entorno, recibirán lluvias más importantes, sobre todo de cara al inicio de la próxima semana.

El frío se hará más intenso en el arranque de la semana próxima, sobre todo durante las noches, cuando tras abandonarnos la borrasca, el cielo despeje e igualmente el viento no sea tan importante. Aunque con un amplio margen de error, las temperaturas mínimas previstas para el próximo martes, nos evocan ya registros más propios del invierno.

Origen de los datos: Cazatormentas.net