El hijo del dueño warung, Hendra, había atrapado su pie derecho en una cadena de moto. Gritando de agonía, el pequeño chaval de 5 años se quedó sin 3 dedos y medio de su pie.
Fletcher pasó todo el día de arriba y abajo recogiendo donaciones de todas los surferos que andaban por la zona. Consiguió lo suficiente para la familia de Hendra para llevarlo al hospital local y llevarle a Denpasar para una atención médica más avanzada. Al estar Desert tan alejado de todo, una infección mal curada podría haberle dejado gravemente mutilado o muerto.
Gracias a él el niño puede caminar, surfear y correr por la playa con el resto de los niños. Hoy Fletcher siempre motiva a Hendra cuando las olas son buenas para surfear.