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Tengo 35 años, llevo dos surfeando y seis meses patinando. Además me encanta la música y toco la batería. Desde hace un año soy padre de un enano guapísimo. Ah, y soy ciego por una retinosis pigmentaria.
Nací en Zamora, estudié en Salamanca, trabajé en Madrid durante seis años y en 2015 acabé en Cantabria por amor. Había practicado otros deportes (Jiujitsu brasileño, atletismo y goalball) antes de encontrarme con el Surf.
En mayo de 2019 se celebró en Somo el campeonato de España de Surf adaptado, y en ese evento había la posibilidad de iniciarse en el sur a personas con discapacidad que no lo hubieran probado. Un primo de mi mujer conoce a Pedro Gutiérrez, que organizaba el campeonato, y sabiendo que yo me apunto a un bombardeo, nos puso en contacto.
Después de aquel baño en el que apenas pude ponerme de rodillas en alguna espuma, le dije a pedro: “ la has liado“ porque ahora me vas a tener aquí dándote la chapa.
Y desde entonces hasta ahora, intento que no pasen muchos días entre baño y baño aunque en mi caso es más complicado que ver el parte, atar la tabla a la furgo y salir pitando.
El año pasado me convocaron para ir con la selección española de surf adaptado al mundial de California, pero decidí no ir porque las fechas coincidían casi seguro con el nacimiento de mi hijo. Mundiales hay muchos, pero el nacimiento de un hijo ocurre muy pocas veces en la vida.
Luego vino la pandemia, meses de secano y en septiembre la noticia de que abrían nuevo skatepark en Santander. Mi mujer que siempre me anima a mis locuras, me dijo que les llamara para empezar clases Y así empezar a practicar otro deporte emparentado con el surfing y con menos problemas logísticos. Conocí a César y a la gente de Life, y otra vez encima de una tabla.
Son deportes diferentes pero ahora no podría estar sin ninguno de los dos.
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Me gusta la actividad física exigente y ambos deportes tienen eso en común.
El sur además tiene la parte de contacto con la naturaleza, sentir la fuerza del agua bajo tus pies (o sobre tu cabeza). El Mar te pone en tu sitio y nunca puedes ir pensando lo que vas a hacer ese día en el agua porque tú no mandas.
Con el patín la película es completamente distinta. Una rampa siempre es la misma, puedes intentar un truco 1000 veces hasta que te salga. Y en mi caso valoro que en el patín tengo más independencia porque yo recorro el sitio donde voy a patinar con mi bastón y sé lo que puedo hacer o lo que puedo intentar según el día.
Pensar que yo puedo aportar algo al Surf me parece pretencioso.
Me gustaría difundir estos deportes entre las personas con discapacidad y que cada vez seamos más cuando haya un evento o un campeonato. El deporte es para compartirlo, ser cuatro gatos en algo no es bueno más que para los egos.
De todas formas, querer es una cosa y poder es otra muy diferente. Quiero dejar claro que en muchos ámbitos de la vida y este no es una excepción, si las personas con discapacidad podemos hacer cosas es porque hay gente que nos ayuda. En mi caso, cuento con apoyo familiar imprescindible, y con la Federación cántabra que está poniendo mucho en el Surf Adaptado. Yo he entrado al agua con muchas personas y todo el que ha entrado conmigo lo ha hecho porque ha querido, gastando su tiempo y sin recibir nada cambio.
Si no fuera por estos dos apoyos, yo puedo desear muy fuerte surfear pero no habría pasado de ahí.
Sé que ninguno de los dos deportes que yo practico es la primera opción que se le ocurre a alguien con discapacidad, pero no se pierde nada por intentarlo. Yo he llegado hasta aquí por no saber decir que no y no me arrepiento.
Por la mañana una buena sesión de Skate o un baño de esos que te hacen salir del agua con una sonrisa. Comer con la familia, pasar la tarde jugando con el enano y terminar el día comentándolo con mi mujer y planeando el siguiente.
En mi caso que un día haya baño depende de muchos más factores. Así que si un día tengo alguien que me lleve a la playa, alguien que se pueda meter conmigo al agua, se han alineado los astros y el parte es plato…
En ese caso como Somo es mi playa habitual y allí está el centro de Surf de la Federación, le pido a pedro unas tablas de SUP para meterme con mi suegro a barrer las aguas del cantábrico, a ver si le convenzo para comprarnos unas hinchables, jejeje.
