Natxo, lo primero enhorabuena tio…estamos excitados con tu logro.
Tenías un plan para clasificarte, que consistía en ir por el mundo filmando las olas más potentes del planeta y conseguir tu plaza con la invitación que dan para el «Performance of the Year”. De repente te invitan a Nazaré…¿Eras consciente que tu manera de clasificarte podía pasar por hacerlo bien allí?
Yo tenia mi objetivo como Performance of the Year y me he dedicado este año a viajar buscando las olas más grandes, y eso es muy duro, porque te juegas el presupuesto del año. Hay que pagar a Jon, que es la persona que me graba, y los gastos se multiplican. Te la juegas en una cancha que no es tu casa con todos los gallos, donde eres el último de la cola. En Hawaii por ejemplo, estuve dos días. El primero estuve 6 horas y no pille ninguna ola. El segundo día cogí dos y tuve la gran suerte de que Jon las grabó…porque también puede ser que cojas una bomba y que el filmer se la pierda. En este momento mediático que vivimos, lo que no está documentado no existe.
Justo cuando volvimos de Hawaii hicieron el call de Nazaré. Yo estaba el tercer suplente. Will Skudin y Trevor Carlson llevaban todo el año lesionados y casualidad, las dos personas que estaban por delante mío no pudieron ir.
Fue un evento super especial para mí porque fui allí junto a un equipazo de amigos, disfrutando del momento y de la gran oportunidad. Tenía ese punto de presión porque sabía que podía ser la manera de clasificarme, pero también me lo tomé como disfrute; como un gran regalo y un sueño. Todavía me acuerdo que la noche anterior estaba en la cama imaginándome ganando el campeonato y me pegué una llorera de la hostia…así que ahí fui, con todo!!
En Nazaré llegué a pensar que nuestras vidas podían pender de un hilo
¿Cómo abordaste la prueba? El parte no era nada claro, pero por alguna razón se decidió hacer el campeonato.
Yo la veía un poco locura, porque la gente de fuera usa unas medidas completamente diferentes como las que por ejemplo se usan en Jaws, que a partir de 4 metros- periodo 17, es cuando hay olas grandes. Pero en Nazaré es muy diferente; la gente de fuera no es consciente de lo grande que puede estar. Cuando hicieron el call y viendo que daban viento un poco extremo, llegué a pensar que nuestras vidas podían pender de un hilo. Era un parte claramente para una moto de agua y no para remar. Pero bueno…estábamos todos allí, había millones de motos para posibles rescates, había que intentarlo y si no pues para casa.
Cuando amanecimos el día del campeonato a la mañana había un poco de viento, pero estaba más pequeño de lo esperado y surfeable. Yo me veía con confianza, porque el año anterior nos metimos en condiciones más grandes.
En mi manga anterior se empezó a poner un viento muy heavy, había tal cantidad de viento que no eran baches, era olas de mediometro rompiendo en otra dirección…una locura. Entramos al agua y estábamos allí, en alta mar sin megafonía ni nada… no teníamos ni idea de nada. Makua Rothman empezó a gritar «no vamos a hacer el campeonato, quitaos las licras» Al final se suspendió y lo hicieron al día siguiente. Por la mañana estaba más pequeño de lo previsto y el viento era bueno. Estuvimos hora y media hablando sobre qué hacer. Al final estábamos todos allí y dijimos «vamos a hacer el campeonato e intentar dar el show que podamos» por el tema de los espectadores, los sponsors e instituciones, porque si se tiraba hacia atrás, se corría el riesgo de que el año que viene no se hiciera otra vez.
Me acuerdo que después del campeonato cuando quedé tercero, me cogió el de seguridad y no me dejó dar gracias a todo el equipo habíamos ido…Yo quería llorar, pero no podía porque tenía que ir al podium; luego me relajé y empecé a llorar allí y fue un momento súper bonito. Lo cuento y se me cae la lágrima.
El 28 de febrero terminaba el plazo para celebrar la prueba de Mavericks, donde tú no participabas y había gente que podía conseguir puntos que iban en detrimento de tu clasificacion. Suponemos que estarías deseando que no se celebrara la prueba…
Efectivamente, yo estaba la espera de que se hiciera y quedaban dos semanas. Hablé con Mike Parsons y me dijo “Estás en el 10. Te has currado el año de la hostia… no parece que entre nada importante para Mavericks y puede ser que de repente entres al Tour” . Como qué el call que hicieron en Nazaré fue un poco cagada, no querían liarla también en Mavericks también, esa es mi opinión.
De todas formas si había condiciones en Mavericks, yo era partidario de que lo hicieran. Al final es una competición y tengo amigos que ya no están en el Tour por lo que ha pasó en Nazaré y de alguna manera es injusto; por eso quería que esa gente tuviera su oportunidad de hacerlo bien en Mavericks para clasificarse para el año que viene. Pero bueno, mi deseo era que no se hiciera, y así ha sido.
Hubo una época no hace mucho tiempo en la que te resultó complicado encontar un rumbo en tu carrera. Por una parte estaban las olas grandes, pero por otra acababas de terminar los juniors. El circuito WQS era una opción que estaba ahí. ¿Todo empieza a cobrar más sentido ahora?
Siempre he tenido ese dilema de que surfeando olas pequeñas me he visto con un nivel bueno para hacer el QS me veía con el nivel para intentarlo.
Pero llegó un momento de mi vida en el que tenía que elegir el hecho de que es lo que iba a hacer con mi vida, y al final me veía en una estación en el Junior el que iba primero y me veía bien me veía bien para darle duro; pero por otro lado tenía que elegir y realmente a mí la vibra que la gente tiene en el QS y en el Tour no me gustaba tanto ese tipo de vida y necesitas un presupuesto espectacular para muchas veces coger olas de mierda y no es lo que más me motiva.
El tema de las grandes es otra historia, viajas por todo el mundo persiguiendo marejadas…así que olas tienes seguro. Casi siempre nos juntamos todos en los mismo sitios y todos nos ayudamos, es súper bonito porque cuando vienen aquí tú también les ayudas y es un intercambio que al final lo valoras un montón y te sientes como en una gran familia.
¿Hasta qué punto es importante la cabeza en tu profesión? Da la impresión que eres una persona sentimental y a la que ciertas cosas le pueden llegar a afectar.
La cabeza lo es todo para este tipo de profesión.
Está claro que tener la cabeza amueblada viene bien para todo en la vida, pero sobre todo para coger olas gigantes. Estar a saco cuando tienes un jet lag o cuando quieres irte a dormir y es cuando más tienes que darlo todo. Enfrentarte a cosas que desconoces, como el miedo a la incertidumbre y a lo desconocido, es una cosa muy dura.
Lo que he aprendido yo de las olas grandes es que con experiencia cada vez te haces más grande. La primera vez que estuve en el Tour me vi con muy poca experiencia, y ahora que he vuelto a Jaws y Mavericks me he visto con más energía y con más confianza en mí mismo. Está claro que un 70-80% es la mente.
Ahora una vez clasificado, estoy en casa como nervioso; como con ese ansia de «a ver este mar, a ver el otro mar de allá…» pero bueno, uno se tiene que relajar, y poner la cabeza en modo off, porque durante este año ha sido duro y he tenido mis altibajos. Es mucho dinero y a veces no ves mucha salidas…pero bueno, es ir a saco, tener ganas y poner todo de ti. Toda tu fuerza y tu pasión en el surf, que al final es lo que más me gusta hacer y eso es lo que he hecho.
El Tour va a ser de octubre a marzo; Jaws, Mavericks y Nazaré
La anterior vez eras el más joven del Tour. Este año lo será Russel Bierke, pero la media de edad es mucho más alta que la de vosotros…en qué medida crees que eso te beneficia y perjudica?
El hecho de ser los más jóvenes está claro que nos perjudica un poco por el tema del experiencia . Puedes estar compitiendo con gente que tiene 20 años más que tú y eso es la hostia…al final te sientes como inferior. Te dices «este tío lleva 20 años más que yo y sabe latín”. Yo al final me lo tomo como un aprendizaje para coger experiencia. Pero también está en nuestras manos ser campeones del mundo, así que es una gran oportunidad para poder dar un buen pisotón y con unas ganas de la hostia de poder hacerlo bien.
Me beneficia que todavía tengo más de 20 años de aprendizaje y si ahora estamos en el tour, dentro de 20 años ¿qué va a pasar? (risas)
Por ahora no hay calendario para el circuito de olas grandes. ¿Te gustaría que se mantuviera como hasta ahora o te gustaría incorporar o quitar alguna ola del Tour?
Por lo que he oído van a quitar el campeonato de Puerto Escondido. El Tour va a ser de octubre a marzo; Jaws, Mavericks y Nazaré.
Puerto Escondido es una ola a la que tengo mucho aprecio porque allí he aprendido a surfear olas gigantes y a ver tubos gigantes…creo que he visto las olas más grandes que he visto en mi vida y es un sitio al que le tengo mucho cariño también por la gente. Es un lugar en el que de un metro a otro coges una ola y el de al lado no la coge, y eso para competir era una buena baza para mí. Así que me da un poco de pena, pero es lo que hay.
Has surfeado Mavericks, Jaws y Nazaré. Todas en condiciones que podrían ser parecidas a las que te vas a encontrar…¿Dónde crees que puedes tener más opciones?
En Jaws y Mavericks los locales van a estar a saco dándole heavy y seguro que me van a putear un poquillo…pero bueno Nazaré es un sitio donde puedo entrenar y verlo más a menudo que casi todos. Es unn poco como Puerto, que son picazos y la diferencia entre coger una ola o que se te escape, puede ser cuestión de metros, y eso puede ser una buena baza para mi.
Lo bueno de este año es que la temporada empieza en octubre, así que podré hacer una buena pretemporada, entrenar muchísimo y enfocarme a ello con una buena dieta y un buen entrenamiento para estar al 100%.
¿Tu objetivo es ir a ganar el circuito o te lo tomas con más calma?
Mi objetivo, ya que estamos es ser campéon. Es una cosa que está en mis manos; es muy complicado pero me veo con confianza y ganas, ¿por qué no? Y sino me gustaría mantenerme en el Tour, que es donde quiero estar y disfrutar mucho de este momentazo.
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