Soy una mujer normal que después de todas las vueltas que le ha dado la vida disfruta del día a día con la sencillez de las “pequeñas grandes” cosas como la familia, la naturaleza, los amigos y el deporte. Llevo haciendo surf gracias a mi padre, mi hermano y mis tíos desde que tengo uso de memoria y desde hace unos años comparto mi amor por el surf y el océano con el amor por el yoga. Me gusta incorporar la libertad que el surf y el océano me dan en mi práctica de yoga. Disfruto del movimiento y la libertad, lo que hace que la fluidez sea imprescindible en mi práctica. Esto es algo que realmente aplico en todos los escenarios de mi vida. Estos dos mundos hacen mi propio universo basado en el bienestar, la libertad, el amor, la naturaleza y el respeto.
La primera vez que hice yoga fue hace un montón de años cuando formaba parte del equipo Roxy europeo y en un training camp en Lanzarote con Tom Carroll el yoga estaba incluido como parte del entrenamiento. Años más tarde, viviendo en Londres con la falta de olas volví al yoga para mantenerme en forma y cuando volví a Galicia mantuve la práctica como complemento del surf.
Durante varios años mi práctica de yoga era meramente física y fue a partir del diagnóstico de un cáncer de mama hace 6 años cuando descubrí lo que hoy es el yoga para mí, una práctica a nivel más emocional, mental, espiritual -si quieres llamarle así- donde además trabajas tu cuerpo físicamente.
A mí me aporta conexión conmigo misma, con mis emociones, con mi cuerpo, con quién soy. A nivel emocional te obliga a estar contigo mismo sin “nada más” qué hacer, esto te ayuda a conocerte muy bien, a identificar aquellas cualidades de ti que te gustan y aquellas que te gustarían mejorar, pone de manifiesto quien eres sin trampa ni cartón.
Me ayuda a trabajar mi concentración, me ayuda a mejorar mi flexibilidad, ¡sobre todo mental!, me ayuda también a sentirme mejor físicamente y a recuperarme de lesiones, a relajarme o activarme según que práctica, me da autodisplina y conciencia de todo lo que pasa en mi cuerpo y mi mente.
Pues con todo lo explicado anteriormente. Durante todo el proceso de un cáncer necesitas tener mucha conciencia de que ocurre en tu interior, es importante conocerse a uno mismo para ver qué necesita tu cuerpo y tu mente. Es importante el estar relajado y positivo ya que son momentos difíciles que en ocasiones requieren tomas de decisiones importantes. El yoga además te acerca a un estilo de vida más saludable lo cuál es fundamental en todo el proceso y te pone en su sitio… El día que estás cansado y te enfrentas a ti mismo en la esterilla te da energía, te da valor. La meditación te ayuda a “limpiar tu mente” para centrarte en lo que es realmente importante. A nivel físico, el movimiento es vida y según qué operación puede ayudar en la rehabilitación. Te da confianza en ti mismo y fuerzas para seguir adelante.
Pues en primer lugar creo que el yoga podría ser una buena herramienta para incluir dentro del tratamiento oncológico en el mismo hospital. En mi opinión deberíamos de empezar a darle más importancia al estilo de vida, la alimentación y el movimiento en todas las enfermedades, sin dejar a un lado los tratamientos convencionales sino como una terapia complementaria.
Además de en hospitales hay muchas asociaciones que ya cuentan con el yoga como apoyo a personas con cáncer aunque todavía falta mucho conocimiento y profesores formados específicamente en yoga oncológico, que entiendan las diferentes etapas por las que pasa un paciente oncológico para poder aplicar el yoga de la mejor manera posible.
Bajo mi punto de vista es muy importante el crear comunidad de forma profesional, ofreciendo a través del yoga la posibilidad de compartir experiencias para poder ayudar a otras personas que estén en tu misma situación, enfocándolo de una manera constructiva dejando la auto compasión a un lado y viendo de qué maneras puedes mejorar tu calidad de vida cada día.
Cada vez hay más profesionales que incluyen cambios en el estilo de vida como parte del tratamiento de personas con cáncer. Está demostrado que el ejercicio moderado es muy beneficioso en todo este proceso al igual que una alimentación sana, el descansar o el contacto con la naturaleza. Esto no quiere decir que por hacer yoga te vayas a curar pero lo que si puedo afirmar es que ayuda a que tu calidad de vida mejore de forma sustancial en todos los sentidos.
Yoga! Tato practicando como leyendo y estudiando, ahora invierto mucho tiempo en seguir formándome dentro de este mundo! Y a parte de eso, disfruto mucho de la naturaleza, de pasar tiempo con mi pareja, con mi familia, de la música, la gastronomía…
Levantarme pronto, un poco de yoga antes de desayunar (imprescindible fruta y tostadas) y surfear, si puede ser más de un baño mejor J y entre baño y baño disfrutar de la playa.
Pues que el yoga es una práctica muy completa que a mi me lleva a sentir todo lo que he explicado anteriormente, pero no es la única fórmula, creo que cada persona debe de encontrar su propia práctica que le ayude a conectar consigo mismo. Para mi el surf es mi gran pasión y me aporta al igual que el yoga esa conexión conmigo misma además de la sensación de libertad en armonía con la naturaleza. Habrá personas que encuentren esto en la escalada, en trekking o cualquier otra actividad, el caso es descubrir que te hace sentir bien contigo mismo y te ayuda a mejorar como persona cada día.